Llamo a las hadas

Llamo a las hadas que pueblan los bosques,
llamo a los gnomos que en las raíces se esconden,
a los silfos del viento y las ondinas del lago,
y la fugaz salamandra que arde en todos lados.
 
Venid a este círculo que ahora formamos,
bailad con nosotros, dadnos las manos,
para que con vuestra ayuda podamos
aprender a ser buenos seres humanos.


Para abrir la clase con 1er curso.


Guerrero

Firme retengo mis fuerzas, pues yo
llevo en mi adentro el impulso de un Dios
cuando despierto, mi fiel corazón
lucha y me empuja hacia un mundo mejor.
 
Somos guerreros de dioses del norte,
nada se opone al valor de mi porte
y aunque gigantes las alas nos corten,
para mi espada no hay corte que importe.
 
Y cuando al fin,       venza la mentira y el miedo,
regresaré                      a mi hogar amado, pues puedo
vivir en paz,                  entre las montañas y el cielo
       y ser feliz,          siendo un hombre sabio y bueno.


Para abrir la clase con 4º curso.


Ríete tanto como quieras

Ríete tanto como quieras,
llena tu día a carcajadas,
risa ridícula o ligera,
risa sonora o delicada.
Ríe por dentro y por fuera,
ríe en el sol de la mañana.
Ríete todo lo que puedas,
ríe por todo y por nada.
Cuando el estómago te duela,
ríe aún más, que nunca acaba.




Buscando volar

Buscando volar
la vida                se va,
se pierde en la nada,
se vuelve calmada.
Hoy sueño que aprendo
y miro hacia arriba,
mas ya no comprendo
qué fue de mis alas.
 
Se fueron un día,
deshechas, perdidas,
quedé despojada,
fui solo humana.
Y estando vacía,
hoy vuelvo a saltar,
sin suelo, sin guía,
aprendo de nuevo,
avanzo            y vuelo.




Abrir las puertas del cielo

Arde en mi alma un deseo
más poderoso que el fuego:
abrir las puertas del cielo,
cruzar su arco de nuevo.
No existe duda ni miedo,
tiemblo y me doy por entero.
 
En lo más profundo de la materia
firme mi ancla yo entierro
para amarrar mi sostén sobre ella
cuando me suelto. Y vuelo.




Y si la noche se enciende

Búscame
donde las nubes se extienden
y la sombra no alcanza,
Búscame
bajo las luces doradas
que preceden al alba,
Búscame
donde las horas se pierden
entre duendes y hadas,
Búscame
junto a las gentes que entienden
el instante y la nada,
Búscame
cuando el ahora pretende
ser mejor que el mañana,
Búscame
y si la noche se enciende
estaré preparada,



Entre mis páginas duermo

Entre mis páginas duermo

            la vida

y a ellas siempre vuelvo,

despierta o dormida,

porque el olvido y el recuerdo

            son mentira,

pero en ellos envuelvo

            mi poesía.



Todo y nada

Dónde vuelan las batallas

que no luchamos,

dónde escuchan, dónde callan,

esperando a que volvamos.

Dónde campan los silencios

                        que no buscamos,

dónde esperan a que el tiempo

se nos vaya entre las manos,

            que se escurra,

                        se deshaga,

y al final de la mañana,

                                    esperamos

                        a que ocurra

todo y nada.



El tiempo

Suavemente se desliza
como el viento entre las hojas,
suavemente, que no hay prisa,
y su beso ni nos toca,
es más leve que la brisa,
más ligero que la rosa,
pero envuelve y acaricia,
lentamente él se posa.
No lo ves al caminar,
no percibes hoy su roce,
pero el día llegará
en que no te reconoces,
pues su capa oculta ya
todo daño, todo goce.



Danza el atardecer

En la sutil danza de color
de las cambiantes figuras,
donde el dorado pierde su fulgor
y trasluce sombras mudas,
allí te espero, mi amor,
donde dos vidas se saludan.
 
Será tuyo el silencio de mi voz
y todo lo que lleva,
tuyo lo eterno en mi interior
y cuanto traiga mi piel nueva.




Amanece en Tudela

En los días de sol,
cuando el mundo me espera,
me detengo a observar,
lo que fue, lo que era.
 
Y en las sombras marchitas
del pasado que queda,
voy dejando que las cigarras
mezan mi duermevela.
 
En mis sueños, muy de mañana,
la vida se desvela,
suena una tren en las vías,
amanece en Tudela.



Aroma que acaricia

Suave se mece en la brisa,
aroma que acaricia,
te llena, te embriaga,
colma tus sentidos
y se escapa alada
dejándote dormido,
despierto en la mirada,
abierto a los sonidos
que traen en esta, cada madrugada.




Seremos ella

Donde el mundo ya se olvida
de las sombras que guardamos,
donde todo es luz y vida,
allá, amigo, recordamos
los senderos que hoy en día,
ciegos, sin rumbo andamos,
porque todo allí nos guía,
aunque aún no lo sepamos.
Y cuando al fin veamos
la brillante estrella,
caminaremos de la mano,
seremos ella.




Palabras que jamás se detienen

Dónde van las palabras cuando ya no están,
se desnudan y cambian de sutil apariencia
y aunque cueste  encontrarlas, con gran paciencia,
puedes ver los senderos por donde ahora van.
 
Pues jamás se detienen en su eterno crear,
se traducen y hablan sin cesar,
y si ahora no vienen, es porque ya se van.
 
Son palabras que cambian, palabras que quedan,
son aquellas que vuelan donde el hombre no llega,
dejadme, vosotras, silenciosas,
dejad que me eleve y al fin pueda
escucharos puras y preciosas.




Bulle y gira

Bulle y gira
por dónde irá,
es la vida,
que viene y va,
se retira
y vuelve a andar,
cada esquina
es su verdad.
Dónde mira,
dónde da,
dónde esquiva
la realidad,
pues la vida
es siempre más,
es un día
y la eternidad.




Burbujean las ideas

Entre las aguas revoltosa
me burbujean las ideas,
chispeantes, deliciosas,
junto a mi revolotean.
 
Y mientras trato de cazarlas,
de mi intento se carcajean,
mas no puedo sino amarlas,
pues son ellas quienes crean
los castillos en que vivo,
donde a solas me retiro,
y serán las que aquí se quedan
cuando mañana me haya ido.




Anochecer de luna llena

Donde los huecos del silencio
van despertando mis canciones,
mientras la calma mece al viento
delicadas emociones,
yo me asomo a la hermosura
del más sublime anochecer,
acompaño a la luna
paso a paso
                        hasta desaparecer.
¡Oh! Dichoso mundo que espera,
olvidado de la humanidad
que en su ajetreo de duermevela,
olvidó observar la realidad.




La eternidad, tu destino

Sigue buscando en los mares
unos destellos divinos,
sigue el reflejo que cabe
en una gota escondido,
sigue tu impulso, pues sabes
que aquellos ecos dormidos
al resonar en tu nave
dejan de estar ya perdidos.
Sique adelante, no pares.
La eternidad, tu destino.




La vacía vastedad

Dónde están las lluvias que lavaron
con sus aguas cada eternidad,
donde están los ecos que quedaron
resonando mudos tras callar,
dónde las sombras que se esconden
confundiendo al tremolar,
dónde las voces que responden
donde nadie puede hablar.
 
Sigo escuchando en el silencio
el cantar que crea sin cesar,
sigo buscando y no comprendo
la vacía vastedad,
tan solo siento que en mi adentro
algo comienza a temblar,
tan solo sé que estoy contento
y la alegría me hace llorar.
 
Soy el todo que recrea
insondables mundos de verdad,
soy lo eterno que me espera,
soy toda la humanidad.





Entre la fuerza y la ternura

Cuido un cachorro suave y tierno
y en sus caricias yo me duermo,
cuido del gallo orgulloso
que cada día laborioso
sin despistarse vuelve a cantar.
 
Entre la fuerza y la ternura debo encontrar
el equilibrio que me ayuda
a caminar.
Cuando lo tenga al fin sabré
quién he sido, quién soy
                                                y quién seré.


Para José Manuel


La belleza del mundo

Busco en mi interior
la belleza del mundo
y tan solo en la quietud
la encuentro.
 
Mas también veo
lo burdo, lo feo,
porque el mundo es imperfecto
y yo tengo que luchar
por lo bueno y lo recto
si lo quiero mejorar.


Para Leander


La música del tiempo

Suena la música del tiempo
en mi alma silenciosa
esperando el momento
que la escuche, la recoja.
 
Al prestar oído a su melodía
descubro el canto que en mí se esconde
y a pleno pulmón mi voz responde
derramando al mundo mi alegría.
 
Yo soy la música que envuelve el día,
soy el león de cada selva,
pues sé que venga lo que venga,
existe en mí un sol que brilla.
 
Luz que me eleva a las alturas,
sol que calienta y amor procura,
fuego que quema y todo lo cura,
llama que arde y por siempre dura.


Para Lionel


Sé que pronto deberé actuar

Fuerte como el roble
que crece en la ribera,
ágil como el tigre
que bajo su sombra espera.
Tengo un alma noble
que en mi pecho vuela,
soy un hombre libre,
soy quien yo quiera.
Y al despertar la mañana
de este mundo dormido,
con mi voz fuerte y clara
crearé en camino.
Pues siento en mi adentro
el impulso de ayudar
y aunque aún no comprendo
dónde he de llegar...
sé que pronto deberé actuar.


Para Lucas


En mi adentro

Como un jardín
que pronto florece,
como irse a dormir
cuando amanece,
así en mi voz
grita y se estremece
un corazón
que alegre se mece.
Pues vive en mí
una fuerza que crece,
me hace feliz...
y desaparece.
Yo seguiré
su rastro en el viento
y encontraré
quién soy en mi adentro.


Para Nadine


Construyendo el camino

Entro en lo más profundo
de mi alma insondable
y en su abismo yo me hundo
bajo aguas inestables.
Es allí donde se abren
los secretos de este mundo,
en silencio los escucho,
voy dejando que me hablen.
Y entre vientos que me arrastran,
con mis viejas sombras lucho
intentando ver el sol
y descubro que me bastan
las fuerzas que descansan
dormitando en mi interior.
Con su luz yo me ilumino
y derribo todo muro,
construyendo el camino
que me lleva hacia el futuro.


Para Marina


Yo decido

Zumba y retumba en mis huesos
un imposible sonido,
ecos de mundos inmensos
hace ya tiempo perdidos.
 
Yo los escucho en mi alma,
llevo sus voces conmigo,
hoy sus llanuras en calma
pueblan mis campos dormidos.
 
Sé que en mí tengo la fuerza
de proteger mis amigos,
para que nada se tuerza
y hacer justicia el destino.
 
Siempre debo recordar
que todo tiene un motivo,
puedo dejar o ayudar,
soy solo yo quién decido.


Para Franc


Ángel guerrero

En el fondo de mis ojos se ilumina
la verdad que me dirige cada día,
el honor de aquel valiente caballero
con orgullo a cada paso en mi alma llevo.
 
Y al llegar la aurora
en que el mundo implora,
tras el viejo orden que se va agotando,
quién la salve ahora,
me hallará velando,
con mi espada y toda
la fuerza del sol que voy creando.
 
Pues yo soy mi dueño,
en mí un ángel mora
y no existe quien pueda
detener mis sueños.


Para Pablo


¡Oh luz!

Oh luz que brillas clara,
oh luz que ya te vas,
dime si no es la nada
más bella que toda la inmensidad.
 
Oh luz, luz dorada,
que hoy irradias y me das
palabras que me hacen temblar,
silencios de eternidad
...
Oh luz, enséñame a ser más.


Para Scarlett

Semilla de bondad

Con mi pensar descubro el universo
y en su materia me sumerjo
para elevarla en alegría
impregnando el fluir de cada día
con la fuerza del alma que me anima.
 
Porque en mí llevo el fuego
de la vida,
la eterna curiosidad
que impulsa mi mirada,
semilla de bondad
que dono alrededor,
pues sé que por mi actuar
el mundo puede ser mejor.


Para Eddy