Luz dorada

Luz dorada que acaricia
los contornos de las hojas,
que se cuela entre las flores
volviéndolas si cabe,
más hermosas.
Luz que sabe
besar con tiento las rosas,
caldeando el alma
de todas las cosas.
Luz dorada que calma,
luz velada y primorosa,
que lentamente se apaga
y ya tan solo
las copas rozas.




De Otones vienen los vientos

Praderas amarillas
que bañan con denuedo
del tiempo las orillas
en tierras de mi abuelo.

Bajo el sol iluminadas,
blancas nubes van pasando,
de camino hacia la nada,
lentamente, navegando.

En esta tierra parda
de Otones vienen los vientos,
y ya la lluvia amaina,
que todo tiene un momento.

Mas, paciente, yo espero,
divisando en lontananza
el avance del trueno,
cirro que aún no me alcanza.

Ya se acerca la tormenta
a estos campos de secano,
sin apenas darnos cuenta,
ha acabado el verano.




Brilla

Te deseo una vida larga
impregnada de mil canciones,
que tu llama con fuerza arda,
que alcances aquello
que te propones.
Que sea tu vida
como un destello
que el mundo ilumina
y hace más bello,
que siempre persigas
todos tus sueños,
que nadie te diga
que eres pequeño.
Porque llevas dentro en tu alma
esa fuerza imparable y calma,
la que inspira todos mis versos
y es capaz
de transformar el universo.




Infantil alegría del verano

Juegan las niñas, al viento sus faldas,
muestran sin pudor sus blancas enaguas,
hoy disfrutan de la tarde sin prisa,
entre los arcos, resuenan sus risas.

Despiertan las campanas con su canto
a cientos de grajos que alzan el vuelo
y vemos aquí abajo, desde el suelo,
corrientes invisibles en lo alto.

Bandadas que aletean en la brisa
sorteando arbotantes y cornisas,
infantil alegría del verano,
planeando a ras del empedrado.




El nacimiento del hombre

Ritmos griegos: Dáctilo ( --  ·  · )

Hoy quiero contaros la historia
más vieja que el mundo ha escuchado,
narraros las penas y glorias
de un nombre que ha sido olvidado.

Abismos eternos de agua
en donde introduce su aliento,
sin par torbellino que fragua,
creando el espacio y el tiempo.

Luz que sin fin fue velándose,
impulso en busca de forma,
en la materia encarnándose,
camino que nunca retorna.

Su grácil, etérea figura,
perdida en aras del mundo,
volvióse pesada y oscura,
haciendo el suelo fecundo.

Tenían sus ojos la fuerza
del fuego que aviva el infierno,
cerberos que guardan la puerta
de un alma que ha visto lo eterno.

Tratando por sí de aprender,
olvida de dónde procede,
a fin de poder ascender,
renuncia a su cuerpo y muere.

Y ahora comienza el trabajo
de vidas aún por venir:
partiendo del punto más bajo
el hombre comienza a subir.





Romperás a volar

Ritmos griegos: Anapesto ( ·  ·  --)

Tú que quieres vivir
aprendiendo a ser más,
sin temor a morir,
con tenaz voluntad.

Alimenta tu luz,
hazla fuerte vibrar,
que tu fuego eres tú,
nada puede fallar.

Llegarás a saltar
más allá del umbral,
dejarás de soñar
romperás a volar.





Destrozado, dolorido

Ritmos griegos: Anapesto trágico ( ·  ·  -- / --)

Destrozado, dolorido
voy atado a mi destino,
tan pequeño, incomprendido,
hoy mis sueños se han perdido.

Las promesas de un futuro
hoy se alejan de mi vida,
a mi frente se alza un muro,
impotente mi alma herida.



No te hundas

Ritmos griegos: Troqueo (--  ·)

No reserves en tu vida
un espacio protegido,
no te quedes hoy dormida,
no te sumes al olvido.

No te hundas en abismos
donde moran siete males,
no te pierdas en realismos,
no abandones ideales.

Y si lo haces, fiel amigo,
no te quedes ya conmigo.



    
Basado en el poema de
Mario Benedetti “No te salves”.

Yambo aéreo

Ritmos griegos: Yambo ( ·  --)

Abrir mi ser
sin condición,
ser cuenco fiel
que ofrece amor.
Nadar cual pez
en tu canción,
el mar beber,
soltar mi voz.
Saltar sin red,
llegar al sol,
jamás volver,
volar, ser yo.




Certezas

Buscando certezas
nos vamos cegando,
nuestros miedos enterrando,
escondemos la cabeza,
las verdades ocultando
y pronto la tierra empieza
a crecer bajo mis pies,
a ser un firme soporte
tan claro en su sencillez,
sin que importe
negar aquello que ves.

Poco a poco nos tragamos
las verdades inventadas,
y no existe nada
que no conozcamos,
la tierra está dominada,
los hombres somos sus amos,
y tan seguros estamos
de esta brillante verdad,
que con el tiempo olvidamos
que nunca fue realidad.