Ritmos griegos: Dáctilo ( -- · · )
Hoy quiero
contaros la historia
más vieja que el
mundo ha escuchado,
narraros las
penas y glorias
de un nombre que
ha sido olvidado.
Abismos eternos
de agua
en donde
introduce su aliento,
sin par
torbellino que fragua,
creando el
espacio y el tiempo.
Luz que sin fin fue
velándose,
impulso en busca
de forma,
en la materia
encarnándose,
camino que nunca
retorna.
Su grácil, etérea
figura,
perdida en aras
del mundo,
volvióse pesada
y oscura,
haciendo el
suelo fecundo.
Tenían sus ojos
la fuerza
del fuego que
aviva el infierno,
cerberos que
guardan la puerta
de un alma que
ha visto lo eterno.
Tratando por sí
de aprender,
olvida de dónde
procede,
a fin de poder
ascender,
renuncia a su
cuerpo y muere.
Y ahora comienza
el trabajo
de vidas aún por
venir:
partiendo del
punto más bajo
el hombre
comienza a subir.