Sigue
buscando en los mares
unos
destellos divinos,
sigue
el reflejo que cabe
en
una gota escondido,
sigue
tu impulso, pues sabes
que
aquellos ecos dormidos
al
resonar en tu nave
dejan
de estar ya perdidos.
Sique
adelante, no pares.
La
eternidad, tu destino.
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