Cuido
un cachorro suave y tierno
y
en sus caricias yo me duermo,
cuido
del gallo orgulloso
que
cada día laborioso
sin
despistarse vuelve a cantar.
Entre
la fuerza y la ternura debo encontrar
el
equilibrio que me ayuda
a
caminar.
Cuando
lo tenga al fin sabré
quién
he sido, quién soy
y
quién seré.
Para José Manuel