Dónde
están las lluvias que lavaron
con
sus aguas cada eternidad,
donde
están los ecos que quedaron
resonando
mudos tras callar,
dónde
las sombras que se esconden
confundiendo
al tremolar,
dónde
las voces que responden
donde
nadie puede hablar.
Sigo
escuchando en el silencio
el
cantar que crea sin cesar,
sigo
buscando y no comprendo
la
vacía vastedad,
tan
solo siento que en mi adentro
algo
comienza a temblar,
tan
solo sé que estoy contento
y
la alegría me hace llorar.
Soy
el todo que recrea
insondables
mundos de verdad,
soy
lo eterno que me espera,
soy
toda la humanidad.
La vacía vastedad
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