Cuando
escuchas el instante
que
del flujo se desprende
y
quedando suspendido
en
su éxtasis comprendes
lo
cambiante,
lo
vivo,
lo
que siempre está dormido
y
despierta en el presente,
lo
que vuelve sin motivo
y
al volver es tu destino.
En su éxtasis comprendes
Yo sé que vengo
Yo
sé que vengo
de
donde todos se unen,
del
lugar de blanco y negro,
donde
en mí al otro integro.
Yo
sé que vengo
de
donde nacen las urbes,
de
la tierra de asfalto y verde,
donde
voy y todo vuelve.
Yo
sé que vengo
porque
el mundo está dormido,
yo
sé que vengo,
que
vendré,
hasta
que todo esté bien,
y
aún después,
hasta
que tú estés conmigo,
en
la luz del día eterno,
hasta
que el fuego
redima
las ascuas del infierno.
Los procesos de este siempre
En
el ritmo de las horas
hoy
se intuyen las canciones
de
los días que existieron
más
allá del hoy y ahora.
Y
es el canto del presente
el
que escucho en oraciones.
Vivirán,
pues no murieron,
los
procesos de este siempre.
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