Te he acompañado mil noches
que vuelves a casa pedo,
voy conduciendo tu coche
y si me lo pides me quedo.
Y me agradeces que esté siempre ahí
y te preguntas qué harías sin mí.
Pero no me observes
con el alma aflorando en tú mirar,
que yo así no puedo
seguir, la vista al frente y callar.
Quiero gritarte con toda mi voz,
quiero llegar a ver tú corazón.
Pero cómo decirte
que por ti me muero,
que si estoy ahí siempre
es porque te quiero.
Estamos los dos solos,
sabes que me tienes,
no me trates de engañar.
No me hables de amor
si no es eso lo que quieres,
dime solo la verdad.
No me hagas soñar
si no vas a darme más,
no quieras dormir
otra noche junto a mi.
Que no puedo estar
dependiendo del azar
para ser feliz.