En el efímero ahora

Piedra sobre piedra, tras los siglos
que dan las revueltas del destino,
se asientan los hechos que vivimos
en muros que nosotros construimos.
 
Y así creceremos, paso sobre paso,
moldeando el futuro con retraso
pues se fue el instante que ahora veo,
se fueron todos, yo me quedo.
 
En el efímero ahora
yo me sostengo,
porque aquí es donde mora
quien seré, quien devengo.




Fluyendo en el todo

Cuando el viento sopla en mi piel
y la sal satura mis poros,
yo me ofrezco al mundo y él
me enseña a fluir en el todo.
Siento la fuerza constante
de eternas corrientes marinas
que empujan hacia delante
cada rincón de mi vida.
 
Y al palpar en mis esquinas
el soplo que me anima,
descubro emocionada
que tengo entre mis manos
la esencia destilada
que me hace ser humano.




Amar

Amar es verte y sentir
nacer en mí la alegría,
amar es verte y saber
que te conozco de otra vida.
Que eres mi hogar, mi camino,
mi manantial y destino.
Sin duda, siempre decir
que en ti mi vida confío,
hombro con hombro crecer
y ser más yo
            si estoy contigo.



Cara a cara

Entre los árboles resecos,
donde hasta el sol se oculta y nubla,
cuando el olvido ya te cubra
de polvo gris y encuentros huecos.
Allí te espero, fiel amigo,
seré tu viento, el que descubra
la realidad que te perturba,
la que te sume en el olvido.
Y al encontrarnos cara a cara,
caen las barreras construidas,
vuelve a nacer la nueva vida
en el fluir de la mirada.



En la noche gris de nubes bajas

En la noche gris de nubes bajas,
donde cada ardid se resquebraja
y la verdad se muestra desnuda,
transparente y pura.
 
Allí mis sueños descansan
cual pulidas gotas que avanzan,
en el aire aún suspendidas,
hacia nuevas noches y días.
 
Y entre ellas canto dormida,
pues mi alma eleva mi voz
más allá del tiempo y la vida,
a lo hondo del corazón.




Llamo a las hadas

Llamo a las hadas que pueblan los bosques,
llamo a los gnomos que en las raíces se esconden,
a los silfos del viento y las ondinas del lago,
y la fugaz salamandra que arde en todos lados.
 
Venid a este círculo que ahora formamos,
bailad con nosotros, dadnos las manos,
para que con vuestra ayuda podamos
aprender a ser buenos seres humanos.


Para abrir la clase con 1er curso.


Guerrero

Firme retengo mis fuerzas, pues yo
llevo en mi adentro el impulso de un Dios
cuando despierto, mi fiel corazón
lucha y me empuja hacia un mundo mejor.
 
Somos guerreros de dioses del norte,
nada se opone al valor de mi porte
y aunque gigantes las alas nos corten,
para mi espada no hay corte que importe.
 
Y cuando al fin,       venza la mentira y el miedo,
regresaré                      a mi hogar amado, pues puedo
vivir en paz,                  entre las montañas y el cielo
       y ser feliz,          siendo un hombre sabio y bueno.


Para abrir la clase con 4º curso.


Ríete tanto como quieras

Ríete tanto como quieras,
llena tu día a carcajadas,
risa ridícula o ligera,
risa sonora o delicada.
Ríe por dentro y por fuera,
ríe en el sol de la mañana.
Ríete todo lo que puedas,
ríe por todo y por nada.
Cuando el estómago te duela,
ríe aún más, que nunca acaba.




Buscando volar

Buscando volar
la vida                se va,
se pierde en la nada,
se vuelve calmada.
Hoy sueño que aprendo
y miro hacia arriba,
mas ya no comprendo
qué fue de mis alas.
 
Se fueron un día,
deshechas, perdidas,
quedé despojada,
fui solo humana.
Y estando vacía,
hoy vuelvo a saltar,
sin suelo, sin guía,
aprendo de nuevo,
avanzo            y vuelo.




Abrir las puertas del cielo

Arde en mi alma un deseo
más poderoso que el fuego:
abrir las puertas del cielo,
cruzar su arco de nuevo.
No existe duda ni miedo,
tiemblo y me doy por entero.
 
En lo más profundo de la materia
firme mi ancla yo entierro
para amarrar mi sostén sobre ella
cuando me suelto. Y vuelo.