Niebla en Segovia

Blanco silencio que atraviesa
campos y calles por igual,
niebla infinita y espesa,
me hace entre nubes navegar.

Frio vapor que en él disuelve
en rededor cada contorno,
manto misterioso que envuelve
con su magia todo el entorno.



Siguiendo el hilo

Siguiendo el hilo
que está escondido
despierto y miro
a dónde he ido.

Pues me ha llevado
su suave mano
sin ser notado
hacia el pasado.

Y yo me digo,
casi asustado,
cómo he podido
no verlo claro.

Nada he perdido,
nada olvidado,
mas me ha venido
reestructurado.



Actos y padecimientos de la luz

Bulle la vida
que en ella encierra,
si se ilumina,
la fértil tierra.

Hace y padece
la luz del sol,
y en medio crece,
limpio esplendor.

Nacen muy dentro
del claro oscuro,
son, en su encuentro,
colores puros.




Del cielo los colores

Lenta y leve,
casi una ilusión,
el alba llueve
limpiando la región.

Cual lago en calma
el sol se balancea
colmando mi alma,
el calor que me rodea.

En gotas ligeras
la luz se eleva,
volviendo en flores
del cielo los colores.




Disfrutando el aire

Raudos remolinos
remueven mi adentro,
trenzando mis hilos,
corren a tu encuentro.

Bajo las arcadas
de enormes torreones
restallan carcajadas
abriendo emociones.

Mis piernas revoltosas
no atienden a razones,
brincan entre rosas
regando corazones.



Creando

Mi vara golpea
la chispa que crea,
acojo en mi copa
las aguas que brotan,
blandiendo a los vientos
mi discernimiento,
y al fin caen a tierra
las áureas monedas.



Soy libre

Soy libre para elegir
lo que quiero,
soy libre para vivir
sobre el suelo.
Soy yo quien lidera aquí,
porque puedo
callar y reconducir
mis deseos,
ofreciendo lo que hay en mí,
siempre nuevo,
y así escuchar y cumplir
lo que debo.




Alegría

Luce el día
fresco al sol,
hoy brota la vida
a mi alrededor.

Alegría,
comunión,
la tierra está unida
a mi corazón.



En esta ocasión en lugar de imagen comparto una canción que va con este poema.

Sección áurea

Hoy
soy
forma
que crece
según la norma
que el universo establece.
La largo tiempo buscada sección dorada
va relegando el vacío, y al ser creada, cubre conmigo la nada.



A mi través

El ser del universo
se expresa a través mío
y en cada humilde verso
yo le abro un camino.

Sabio fuego ilumina,
me muestra la verdad,
llegando a cada esquina
de este, mi pensar.

Las fuerzas de la tierra
impregnan de bondad
mis brazos y mis piernas
guiando mi actuar.

Y es el calor del viento,
quien en bello fluir
rebosando mi adentro
respira en mi sentir.

En mi reflejo mora
cuanto en mundo reflexiona
y es a mi través
que canta la vida
una y otra vez
en el habla mía.



Gracia

Abiertos los brazos
en gesto interior
aguardo retazos
de un ser superior.

Presencia que llena
de calma y amor
logrando que vea
con mi corazón.



Toreo

Corre la bestia asustada
sin saber a dónde ha ido,
se apartó de la manada,
la guiaron al tendido.

Entre pases y capotes
en su orgullo le han herido,
va frenando ya su trote,
rojo el lomo estremecido.

Y al sentir fría la espada
hasta el puño bien clavada,
en él la vida se apaga
cada suspiro que exhala.




La bella estrella

Crece una estrella,
nace a la vida,
y en compañía
hoy somos ella,
es tuya y mía.

De punta a punta
el caminar
la hace brillar,
se expande y junta,
al circular.

Queda en el centro
quieto un vacío,
y ahora que miro,
en él encuentro
el ritmo mío.

Late en el hueco
un corazón
y es su emoción
inmóvil eco
de una canción.

De la cabeza
hasta los pies,
la estrella es
toda belleza
cuando la ves.



El pueblo que nunca había tenido

Soltando cabos,
saltando a un mar
de pardos prados
y sol sin par.
Rutina a un lado,
no busco más,
que ya he encontrado
dónde arribar.

Encaramada a una almena
sobre este pueblo dormido
mi alma queda se eleva
sin ver las calles que miro.
Pues en mi se ha metido
el horizonte expandido,
sin saber, lo he hecho mío
en esta tarde de estío.



Fluyendo despacio

Fluyendo despacio
mi alma se amolda al espacio,
me envuelve un abrazo,
flotando me siguen mis pasos.
Fugaz melodía
que me arrastra cada día,
la vida camina
fundiendo su voz con la mía.



Nombrando lo innombrable

Poniendo un manto finito
a aquello que no tiene fin
lo nombro y delimito,
lo encierro en un redil,
y así permito
que todo mi entorno
comprenda una idea completa
palpando los contornos
de su silueta.




Hueco entre paredes

No es su tupida urdimbre
ni lo hermoso de sus mimbres,
es el vacío entre estos
el que embellece al cesto.

No importa en realidad
cuán altos muros eleves,
lo que crea un hogar
es el hueco entre paredes.

Así el cuerpo
abre un espacio interior,
y queda muerto
sin “yo” que le de calor.



Verano en Turégano

Plácido yace al sol
polvoriento el camino,
sin sombra, sin color,
agrietado de olvido.

Gemelo el torreón,
vigilante castillo,
su historia se perdió
diluyendo los siglos.

Sin par desolación
de marrón y amarillo,
silencio inspirador
donde hablan los grillos.

Su trémula canción
todo deja dormido,
descanso del dragón,
pueblo antiguo y tranquilo.



La playa en mí

                 Sentir mi melena
                        disuelta en el mar,
                                pisar en la arena,
                         dejar que la sal
                 penetre mis venas
                          y el disco solar
                              me bañe en su rueda,
                           me llene de mar.



Tocando el infinito

Tocan mis dedos
el infinito,
apenas puedo
volcarlo escrito.

Con ellos vuelo,
me siento enorme,
de vuelta al suelo
soy más que un hombre.

Y entonces llego
del otro lado,
el mismo y nuevo,
algo ha cambiado.

En mí me encuentro
quedo parado.
Ahora mi cuerpo
está centrado.



Sin miedo

Saltar sin pensar
que pueda fallar
esa cuerda de seguridad.
Soñar sin creer
que el sueño tal vez
se pueda un día desvanecer.

Volar sin temer
que el suelo a tus pies
se vaya a caer.
Vivir sin frenar
la fuerza del mar
que te hace avanzar.



Sin pluma que la escriba

Vuela entre sombras perdida,
tenue canción que me mira,
busca pluma que la escriba,
que le otorgue cuerpo y vida,
sin mi, se esfumaría,
y entonces… ¿dónde iría?

Dónde van los poemas
que no encuentran papel,
dónde duerme su idea.
Dime dónde se queda,
que tal vez yo pueda
vestirles su piel.



Profesión

Venimos con un cometido,
un trabajo a realizar,
que dejamos en el olvido
por ganarnos el jornal.

No importa cuánto he ahorrado,
nada es el capital,
tan solo el haber trabajado
me permite descansar.

Más allá de obligación
y de la necesidad,
escuchando al corazón,
mi meta debo encontrar.



Prueba de aire

Colgado del cielo
sin dónde amarrar,
tan solo yo puedo
mi ruta encontrar.

No hay nada ahí afuera
que pueda pisar,
mi alma ya vuela,
debo confiar.



Soneto a los silencios

Escuchando el silencio entre palabras,
donde expresa su ser la propia vida,
descubriendo el vacío que me mira,
cuando calla la voz que en él me habla.

Esta puerta suplica que la abra,
que desvele su belleza escondida,
mas sin ella jamás existirían
los espacios que separan sus tablas.

Habita en los resquicios del tiempo
la fuerza que me impulsa el corazón,
la pausa que da lugar al momento,
la causa de toda la evolución,
la que hila la trama de este cuento,
la que otorga sentido a mi canción.



Ocupa tu lugar

Entre el ir y venir,
entre el caos y el orden,
sin principio ni fin,
mil preguntas se esconden.

Al llegar al extremo
mirarás sin ver nada,
vive en medio del vuelo
la respuesta adecuada.

Tiran fuera y adentro,
aprende a controlar,
permanece en el centro,
ocupa tu lugar.



Sustitutos de emoción

La gris rutina
del día a día
deja las almas
adormecidas.

Buscando a ciegas
una pasión
que te conmueva
el corazón.

El sustituto
de una emoción,
por un minuto
tu religión.

Por qué no escuchas
a tu interior,
por qué no luchas
por ser mejor.

Por qué no intentas
sentir tu voz,
por qué no inventas
tu propio yo.



Inspiración

Vuela alto mi canción,
que el silencio no te alcance,
tú serás la inspiración,
lograrás que el mundo avance.

Brilla prístina mi luz,
esquiva la oscuridad,
tú traerás limpia salud,
desterrando enfermedad.

Arde en mi adentro, calor,
derrite el sólido frío,
tú darás al mundo amor,
llenarás este vacío.




Correcaminos

Surcando aceras
sobre ocho ruedas,
raudos reflejos
cuando aceleras.

Llegando lejos
tu imagen vuela
y entre los viejos
muros se cuela.

No hay quien pueda
detenerte,
ni siquiera
logran verte.

El viento azota
tu melena,
tu alma rota
ya despega.

Tras tu partida
nada queda,
pues la vida
a nadie espera.




Que la risa impregne mis poemas

Quiero volar al infinito
con mil canciones,
quiero dejar por escrito
mis emociones.

Para que una fresca brisa
las aviente en todas direcciones
y colándose bajo mi camisa
descubra brillantes soles.

Porque quiero que la risa
impregne mis poemas
y revoloteando en cada cornisa
diluya todas las penas.



Ritmo diario

Siguiendo el ritmo del día
fluye sin pausa mi vida,
despierto cada mañana
con fuerzas renovadas
y la noche me calma
acunando mi alma.

Me siento mejor,
empiezo a crecer,
cuando llevo el reloj
integrado en mi ser.






Verano en mis sentidos

Llegó el verano distendido,
llegó el momento de vivir
en mis sentidos.

Llegó la hora de soltar,
de no pensar,
de descubrir
aquello que está escondido.

Y es por eso que ahora miro
la vida alrededor
admirando la belleza
en cada flor,
porque siento que hoy empieza
un mundo de color.



Buscando la piedra de apoyo

Cuando el tiempo se detiene
es momento de empezar,
cuando ves que nadie tiene
un lugar para pensar.

Cuando el día se repite
arrastrado por el deber,
cuando no se te permite
escuchar tu propio ser.

Creo entonces una esfera
de quietud y soledad,
ilusión que nadie pueda
penetrar, resquebrajar.

Y ahí dentro es que me escucho
viendo dónde he de sanar,
ya no huyo, ya no lucho,
me yergo para avanzar.