Busco
en mi interior
la
belleza del mundo
y
tan solo en la quietud
la
encuentro.
Mas
también veo
lo
burdo, lo feo,
porque
el mundo es imperfecto
y
yo tengo que luchar
por
lo bueno y lo recto
si
lo quiero mejorar.
Para Leander
Busco
en mi interior
la
belleza del mundo
y
tan solo en la quietud
la
encuentro.
Mas
también veo
lo
burdo, lo feo,
porque
el mundo es imperfecto
y
yo tengo que luchar
por
lo bueno y lo recto
si
lo quiero mejorar.
Para Leander
Suena
la música del tiempo
en
mi alma silenciosa
esperando
el momento
que
la escuche, la recoja.
Al
prestar oído a su melodía
descubro
el canto que en mí se esconde
y
a pleno pulmón mi voz responde
derramando
al mundo mi alegría.
Yo
soy la música que envuelve el día,
soy
el león de cada selva,
pues
sé que venga lo que venga,
existe
en mí un sol que brilla.
Luz
que me eleva a las alturas,
sol
que calienta y amor procura,
fuego
que quema y todo lo cura,
llama
que arde y por siempre dura.
Para Lionel
Fuerte
como el roble
que
crece en la ribera,
ágil
como el tigre
que
bajo su sombra espera.
Tengo
un alma noble
que
en mi pecho vuela,
soy
un hombre libre,
soy
quien yo quiera.
Y
al despertar la mañana
de
este mundo dormido,
con
mi voz fuerte y clara
crearé
en camino.
Pues
siento en mi adentro
el
impulso de ayudar
y
aunque aún no comprendo
dónde
he de llegar...
sé
que pronto deberé actuar.
Para Lucas
Como
un jardín
que
pronto florece,
como
irse a dormir
cuando
amanece,
así
en mi voz
grita
y se estremece
un
corazón
que
alegre se mece.
Pues
vive en mí
una
fuerza que crece,
me
hace feliz...
y
desaparece.
Yo
seguiré
su
rastro en el viento
y
encontraré
quién
soy en mi adentro.
Para Nadine
Entro
en lo más profundo
de
mi alma insondable
y
en su abismo yo me hundo
bajo
aguas inestables.
Es
allí donde se abren
los
secretos de este mundo,
en
silencio los escucho,
voy
dejando que me hablen.
Y
entre vientos que me arrastran,
con
mis viejas sombras lucho
intentando
ver el sol
y
descubro que me bastan
las
fuerzas que descansan
dormitando
en mi interior.
Con
su luz yo me ilumino
y
derribo todo muro,
construyendo
el camino
que
me lleva hacia el futuro.
Para Marina
Zumba
y retumba en mis huesos
un
imposible sonido,
ecos
de mundos inmensos
hace
ya tiempo perdidos.
Yo
los escucho en mi alma,
llevo
sus voces conmigo,
hoy
sus llanuras en calma
pueblan
mis campos dormidos.
Sé
que en mí tengo la fuerza
de
proteger mis amigos,
para
que nada se tuerza
y
hacer justicia el destino.
Siempre
debo recordar
que
todo tiene un motivo,
puedo
dejar o ayudar,
soy
solo yo quién decido.
Para Franc
En
el fondo de mis ojos se ilumina
la
verdad que me dirige cada día,
el
honor de aquel valiente caballero
con
orgullo a cada paso en mi alma llevo.
Y
al llegar la aurora
en
que el mundo implora,
tras
el viejo orden que se va agotando,
quién
la salve ahora,
me
hallará velando,
con
mi espada y toda
la
fuerza del sol que voy creando.
Pues
yo soy mi dueño,
en
mí un ángel mora
y
no existe quien pueda
detener
mis sueños.
Para Pablo
Oh
luz que brillas clara,
oh
luz que ya te vas,
dime
si no es la nada
más
bella que toda la inmensidad.
Oh
luz, luz dorada,
que
hoy irradias y me das
palabras
que me hacen temblar,
silencios
de eternidad
...
Oh
luz, enséñame a ser más.
Para Scarlett
Con
mi pensar descubro el universo
y
en su materia me sumerjo
para
elevarla en alegría
impregnando
el fluir de cada día
con
la fuerza del alma que me anima.
Porque
en mí llevo el fuego
de
la vida,
la
eterna curiosidad
que
impulsa mi mirada,
semilla
de bondad
que
dono alrededor,
pues
sé que por mi actuar
el
mundo puede ser mejor.
Para Eddy
Cada
canto que cantamos,
cada
cuento que contamos,
cada
canto que pisamos,
cada
cuenta que contamos,
cuenta
tanto, tanto cuenta
que
sin darnos ya ni cuenta
con
nosotros lo llevamos.
Son
las cuerdas que cortamos
las
que tocan nuestras manos
y
en sus cantos encontramos
el
calor de cuanto amamos.
Aliteración para trabajar con la 4ª clase.
Desde
el mundo de lo eterno
a
la tierra cayó un cristal,
de
barro recubierto,
nadie
vio su potencial.
Hoy
el cielo está lloviendo,
cae
la lluvia y limpia el barro,
bajo
este descubriendo
un
diamante enterrado.
Del
templo, sobre la puerta,
colocan
el diamante,
él
protege con su fuerza
a
todos los habitantes.
El
diamante es un joven sol
fuerte,
nítido y precioso,
su
luz hace el mundo mejor
y
más hermoso.
Para Clyde
Raudo
como el viento
vuelo
por los campos,
sé
que llevo dentro
más
de lo que alcanzo.
Nada
me detiene,
nada
me hace daño,
sé
que cuanto viene
es
mío desde antaño.
Y
tan solo a quién yo quiera
abriré
mi corazón,
mostraré
la perfección
que
descubro en cada cosa,
esa
que hace más hermosa
la
vida,
la
que late e ilumina,
la
que dona su calor.
Y
al ponerme por bandera
la
belleza del mundo,
cruzaré
cada frontera,
seré
mayor
y más profundo.
Para Giona
Lentamente
abro vía
por
senderos ignotos,
es
mi asombro quien me guía
a
lugares remotos
donde
nada
hoy
me es conocido,
donde
cada
hombre
es un amigo.
Y
allí me alzo, como un faro
alumbrando
a los demás,
cada
cosa que yo hago
llega
a la posteridad.
Soy
como un gran capitán
que
sin miedo navega,
me
adentro bravo en el mar
que
a mi patria me lleva.
Pues
yo se de dónde vengo,
todo
el mundo es mi cuna,
y
no existe nave alguna
que
detenga mis pasos.
Con
mi luz avanzaré
más
allá del ocaso
y
al mirar el camino andado
veré
por fin el orden
que
yo mismo he creado.
Para Lucas
Blancas,
revoltosas,
mirando
alegres desde las alturas
los
campos verdes,
las
sendas silenciosas.
Ligeras
y esponjosas,
dechado
de pureza y hermosura,
tan
solo al verles
la
calma me rebosa.
No
se hace caballero
quien
su arreo viste
con
aperos de hierro,
lanza
en ristre.
Que
no es manto ni atavío
lo
que hidalgo crea,
sino
un noble sentido
que
espolea
su
corazón hacia el cielo,
hacia
santos hechos,
que
se tornan destino
desde
el lecho.
Dónde
van los barcos que ya fueron,
los
que nunca se detienen en su borda,
los
que vuelven, marchan y transforman,
dónde
van sus cascos ya gastados,
dónde
van ellos luego
de
vivencias agotados.
Es
verdad que conocen mares nuevos,
que
descansan en sus pálidas orillas,
mas
sus velas, siembre blancas, brillan
prestas
para próximos viajes
y
al mirarlos solo veo
perpetuos
oleajes.
Dónde
van los barcos que ya fueron,
dónde
vuelven, dónde están en cueros.
En
las horas que preceden al alba
cuando
todas as canciones se acallan,
cuando
suelta su fragor la batalla
y
sin fuego que la anime, se calma.
Prende
la
luz que la noche ilumina,
aquella
que vuelve y camina,
calor
que de ti se desprende.
En
ella tu alma comprende.
Despierta
la
voz que en silencio retumba
que
vibra en tu pecho y te alumbra,
te
guía directo a la puerta
y
encuentra
de
nuevo vacía la tumba.
Cuando
escuchas el instante
que
del flujo se desprende
y
quedando suspendido
en
su éxtasis comprendes
lo
cambiante,
lo
vivo,
lo
que siempre está dormido
y
despierta en el presente,
lo
que vuelve sin motivo
y
al volver es tu destino.
Yo
sé que vengo
de
donde todos se unen,
del
lugar de blanco y negro,
donde
en mí al otro integro.
Yo
sé que vengo
de
donde nacen las urbes,
de
la tierra de asfalto y verde,
donde
voy y todo vuelve.
Yo
sé que vengo
porque
el mundo está dormido,
yo
sé que vengo,
que
vendré,
hasta
que todo esté bien,
y
aún después,
hasta
que tú estés conmigo,
en
la luz del día eterno,
hasta
que el fuego
redima
las ascuas del infierno.