Atrapado
entre las redes del tiempo,
sin salida,
sin argumentos,
vivo en una celda
que se estrecha por momentos,
acercando las paredes
que encierran mi vida,
impidiéndome la huida,
dia a dia
prolongando esta agonía.
Vaya donde vaya
mi celda me acompaña.
Empezó conteniendo un mundo,
pensé que jamás me atraparía
y ahora la recorro en un segundo,
sus paredes tan lejanas
no me dejaron estirarme esta mañana
y ando agachado,
mirando al suelo,
casi sin ganas,
es complicado,
vivo encerrado
y ya no puedo
alzar la mirada.
No cabe nada,
solo en mi celda
no puedo andar,
sus muros
me hacen tropezar.
Ya no puedo respirar,
voy a estallar,
no puedo más,
me va apretando,
me va encerrando,
estoy llorando
y mis lágrimas no caben
en mi celda de cristal,
me va a matar,
tengo que empujar.
Grito, me levanto
y mi celda en mil añicos
sale volando.
Me voy andando
y a cada paso sus cristales
se van clavando,
pero sé que curarán
y mi cuerpo dolorido
vuelve a recordar
cómo era
estirarse y caminar
sin tener frontera.
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