Llega el verano, vacaciones,
vuelvo a mi tierra, mis canciones,
atrás quedan las emociones,
no recuerdo cómo amar.
Aquí todo es diferente,
ya no existe nada más
que mi familia, mi gente,
y el aire al pedalear.
Me baño en un mar
de agua fresca y transparente
donde todo se diluye
y hasta mi mente
se escapa y huye.
Pero si en silencio paro
y escucho mi propia voz,
se oye un grito alto y claro
desgarrando el corazón.
Imposible de acallar,
va implorando tu calor
y ese grito de dolor
me hace despertar,
volver a pensar,
volver a vivir,
me hace soñar,
me hace sentir
y desear
que se acabe el tiempo muerto
para regresar
y leer al fin
el final de este cuento
que no puedo escribir sin ti.
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