Acelerados

Todos vivimos
acelerados,
casi no vemos
y desde luego,
no miramos.
Nos olvidamos
que respiramos

Nos asustamos
al ver un fuego
cuando sus llamas
llevan un mes
quemando el suelo
bajo tus pies.

Esto es la vida
¿o no lo ves?
ya no haces nada
sin un por qué,
casi te olvidas
lo que es querer
y entonces todo
pierde el sentido,
cualquier sonido
se vuelve ruido
y no disfrutas
lo que has vivido.

Vives el mundo
del revés
y no lo ves.

Coge a un amigo
y hazle saber
lo que ha marcado
él en tu vida
y que estarás
cuando lo pida.

Yo cada día
sonrío y lloro
y me enamoro
siempre que puedo.

Yo cada noche
de pena muero,
cada mañana
vuelvo a nacer
y todo es nuevo,
por conocer.

No es un derroche,
es la alegría
de vivir la vida.
Nadie me obliga,
es por placer.
Al caer dormida,
vuelvo a yacer
bajo la luna,
buscar fortuna,
sentirme viva
sin prisa alguna.

Sin red

Hoy quiero vivir sin red,
dejar que el tiempo fluya,
cruzar este bosque a oscuras
y disfrutar sin saber
dónde lleva esta locura
que me impulsa a correr
tras un rayo de luna
imposible de ver.

Hoy quiero dejar
que el sabio destino
me muestre el camino,
darle una oportunidad.
No sé dónde llevará,
pero quiero vivir
de verdad,
sin saber dónde ir
ni qué debo esperar,
dejándome fluir
lentamente hacia el mar,
sin prisa por llegar,
y sentir como algo mío
cada piedra de este río,
cada remanso y cascada,
cada gota evaporada.

Quiero vivir sin dirección,
sin ninguna preocupación.

Yo no voy a sufrir
por darme algún tortazo,
todo tiene solución.
Solo quiero vivir
y dejar que mis pasos
los guíe el corazón.

Off

Muchas veces he pensado
que los humanos
deberíamos nacer
con un botón de apagado.

Siempre pienso demasiado,
lo que es sencillo
lo vuelvo complicado,
me siento mareado.

Quiero apagar mi cabeza
y pensar como un niño,
soñar con ser princesa,
caballero o bufón,
conquistando castillos,
matando al dragón,
volando hasta el sol.

Dime dónde está el botón
que apaga lógica y razón
dejando la imaginación
libre, sin cadenas,
y hace que el viento
corra por mis venas,
que olvide mis penas,
que viva en un cuento,
que rompa fronteras.

Muchas veces he pensado
que pienso demasiado,
lo que es sencillo
lo vuelvo complicado
y cuando veo el resultado
lo veo claro,
debería haber pulsado
el botón de apagado.

Hoy brilla el sol

Hoy brilla el sol en mi ventana,
de un salto salgo de mi cama
y me levanto,
hoy ser feliz no cuesta tanto.

Salgo de casa de mañana,
el mundo está por descubrir,
no existe nada
que hoy yo no pueda conseguir.

Hoy sé que quiero vivir
y disfrutar de cada día
con alegría,
aprendiendo a sonreír.

Hoy adivino la belleza,
tan profunda, tan intensa,
de un mar en calma
donde se hunde mi alma
para después ascender
entre las notas de un cello
hasta el mismísimo cielo
y no volver.

Sueño

Sueño que alzo el vuelo,
que exploro un mundo nuevo,
que surco el firmamento
dejando volar
mi pensamiento.

Y quedan atrás
los miedos, los lamentos,
las lágrimas, la ira
y todas las mentiras,
se van, desaparecen
por momentos.

Sueño con cien mundos
que no envejecen,
que se mecen
en océanos de paz
y yo me hundo
buscando la verdad
en lo profundo
de esta inmensidad.
No hay necesidad
de respirar,
me alimento de ideas
y las saco del mar
para que tú las veas.

Y mojadas, chorreantes,
mis ideas se extienden,
cambian todo a su paso,
ahora me entienden,
ya nada es como antes,
toda la humanidad
bebe del mismo vaso,
cáliz de la hermandad.
Sueño con un mundo
sin moldear,
donde todo está
por inventar.
Donde pueda construir
un hogar,
sentirme en paz
y descubrir
entre las gentes
otras mentes
interesantes
para explorar
e imaginar
en libertad.

Sueño que vivo
mil aventuras
emocionantes.
Soñar sin sentido,
cuestionarme mis dudas,
luchar contra gigantes.

Sueño
con compartir
mis secretos
en un beso
y ser feliz,
solo eso.

Vive, esta es tu vida

Tienes que arriesgar
para vivir,
tienes que luchar
sin miedo a morir.

No te quedes quieto
mirando el mundo pasar,
no dejes que el miedo
te impida disfrutar.

No pierdas el tiempo,
porque ese instante
nunca volverá.
No seas distante,
no te salves
en tu burbuja de cristal.

Si no vives la vida,
esta no regresará,
y la hallarás vacía
cuando mires hacia atrás.

Llena tu existencia
de instantes memorables,
de nuevas experiencias,
y de palabras amables.

Ten paciencia
cuando hables
y escucha a los demás,
solo así los comprenderás.

Aprende cada día
algo nuevo,
no lo dejes para luego,
y una vez en la vida
sáltate las reglas del juego.

¡Vive!
con alegría,
no dejes escapar tus trenes.
¡Vive!
esta es tu vida,
la única que tienes.

Un poco más

Quiero conocerte mañana
un poco más que hoy,
no ocultarnos nada,
que sepas cómo soy.

Despertar en tu cama
con el alma desnuda
y que tu mirada
me deje muda.

Que conozcas mis sueños
y yo los tuyos,
y te hagas su dueño
entre murmullos.

Saber qué pasa por tu mente
cuando miras al infinito
y que me pidas que te cuente
mis recuerdos más bonitos.

Quiero conocerte cada día
un poco más que el anterior
para saber llenar de alegría
tu corazón.

Tiempo muerto

Llega el verano, vacaciones,
vuelvo a mi tierra, mis canciones,
atrás quedan las emociones,
no recuerdo cómo amar.

Aquí todo es diferente,
ya no existe nada más
que mi familia, mi gente,
y el aire al pedalear.

Me baño en un mar
de agua fresca y transparente
donde todo se diluye
y hasta mi mente
se escapa y huye.
Pero si en silencio paro
y escucho mi propia voz,
se oye un grito alto y claro
desgarrando el corazón.

Imposible de acallar,
va implorando tu calor
y ese grito de dolor
me hace despertar,
volver a pensar,
volver a vivir,
me hace soñar,
me hace sentir
y desear
que se acabe el tiempo muerto
para regresar
y leer al fin
el final de este cuento
que no puedo escribir sin ti.

Celda

Atrapado
entre las redes del tiempo,
sin salida,
sin argumentos,
vivo en una celda
que se estrecha por momentos,
acercando las paredes
que encierran mi vida,
impidiéndome la huida,
dia a dia
prolongando esta agonía.
Vaya donde vaya
mi celda me acompaña.

Empezó conteniendo un mundo,
pensé que jamás me atraparía
y ahora la recorro en un segundo,
sus paredes tan lejanas
no me dejaron estirarme esta mañana
y ando agachado,
mirando al suelo,
casi sin ganas,
es complicado,
vivo encerrado
y ya no puedo
alzar la mirada.

No cabe nada,
solo en mi celda
no puedo andar,
sus muros
me hacen tropezar.
Ya no puedo respirar,
voy a estallar,
no puedo más,
me va apretando,
me va encerrando,
estoy llorando
y mis lágrimas no caben
en mi celda de cristal,
me va a matar,
tengo que empujar.

Grito, me levanto
y mi celda en mil añicos
sale volando.
Me voy andando
y a cada paso sus cristales
se van clavando,
pero sé que curarán
y mi cuerpo dolorido
vuelve a recordar
cómo era
estirarse y caminar
sin tener frontera.

A la deriva

Soy un cuento sin final
escribiéndose a sí mismo
en el filo de un abismo
sin saber si se caerá.

Soy la lluvia en el cristal
deseando penetrar
en tu mente y observar
lo que ocurre en cada instante.

Soy la luz que viene y va
entre planchas de metal,
para mi no existe un antes,
mi pasado se ha escapado
como nubes de algodón
entre los dedos de un gigante.

Ya no sé pedir perdón,
mi paciencia se agotó
y ahora ruedo sin control
deseando encontrarte.

Soy el centro de un tifón,
soy la voz del huracán,
todo gira alrededor
y no sé cómo parar.

Soy un barco sin timón,
sin lugar donde amarrar,
pero sé que Poseidón
jamás será capaz
de hacerme naufragar.

Porque en este viaje sin razón,
sin destino, sin espada,
sin apenas pasta,
me guía el corazón
y con eso basta.

No sé dónde me dirijo,
pero mi único punto fijo,
mi centro de coordenadas,
está en el fondo de tu mirada.