Cual diamantes

Piedras que brillan al sol
                 cual diamantes
sin muros
            sin vallas
                          rutilantes
transforman pasados oscuros
en nuevas verdades que irradian
mostrando en su ser interior
mundos de antes.



Descanso nocturno

Buscando nadar
en las aguas mansas
que cubren de paz
mis tribulaciones,
me hundo en el mar
donde un Dios descansa
y emerjo capaz
de nuevas acciones.
Renueva la noche los dormidos
impulsos por los que vivo.


La nube

Reposa ligera sobre la nada,
reposa sin prisa, sin un destino,
asomándose al borde del vacío
tan solo para echar una mirada.

Su forma sin bordes, deshilachada,
es distinta cada vez que la miro
juega y cambia con cada remolino
flotando a su antojo, despreocupada.

Yo quisiera volar como la nube,
que me hicieran los pájaros cosquillas
llenando el cielo de blanco algodón.
Ser agua pura que flotando sube,
partir dejando atrás cualquier orilla,
navegando libre bajo este sol.


Postpoesía

Al pie de la lógica el poema ha muerto
descansa en su lápida ataúd sin cuerpo
quedó en esqueleto su abundancia florida
quieto, duro y seco, lo desangró la herida
que asestó sin saber la afilada razón
tratando de ver, por qué late el corazón.

Ángel terrenal

Camino llevando en mi alma
un nombre que me pertenece,
ese que en mí se mece
y entre mis alas baila.
Observo cómo crece,
cómo pregunta y habla
y su luz cuando estalla
ante mí se aparece
como un foco divino
que porto siempre conmigo
siendo un puente, donde el destino
se transforma en lo vivido.


Templanza

Entre el ir y venir
de las ondas vivo,
que se expresan en mi,
su vaivén respiro,
pues me hundo al subir,
lo polar domino
y al dejarlo fluir
voy haciendo mío.
Así llego a la calma de la templanza,
al equilibrio estable de mi balanza,
que al hallar un extremo, el otro alcanza.