Camino llevando en mi alma
un nombre que me pertenece,
ese que en mí se mece
y entre mis alas baila.
Observo cómo crece,
cómo pregunta y habla
y su luz cuando estalla
ante mí se aparece
como un foco divino
que porto siempre conmigo
siendo un puente, donde el destino
se transforma en lo vivido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario