Entre el ir y venir
de las ondas vivo,
que se expresan en mi,
su vaivén respiro,
pues me hundo al subir,
lo polar domino
y al dejarlo fluir
voy haciendo mío.
Así llego a la calma de la templanza,
al equilibrio estable de mi balanza,
que al hallar un extremo, el otro alcanza.
de las ondas vivo,
que se expresan en mi,
su vaivén respiro,
pues me hundo al subir,
lo polar domino
y al dejarlo fluir
voy haciendo mío.
Así llego a la calma de la templanza,
al equilibrio estable de mi balanza,
que al hallar un extremo, el otro alcanza.
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