Despertando los dormidos
sueños
que en el día
van
tejiendo mis motivos,
me
mantienen viva.
En
la rueca del destino
aún
sin yo saberlo
trenzan
oníricos hilos
mi
tapiz interno.
En
buscando un camino
me
entrego desnuda
al
placer de los sentidos
que
a fondo me muda.
Pues
resultan ser tan míos
los
cuadros mostrados
que
se antoja cuanto miro
sabio
y prefijado.