Sintiendo mío el exterior
al
fin percibo el corazón,
impulso
vivo que al latir
es
tuyo y mío en un fluir.
Me
extiendo al grupo, circular,
aquí
yo ocupo tu lugar,
te
abro espacio en mi ser,
tocar
despacio, entretejer.
Se
vuelve denso el aire
en
nuestro adentro, en nadie,
y
es en el centro que vive
el
encuentro que redime.