hoy
atisbo los mares del ser
que
se esconde dejándome ver
tan
solo la superficie en calma.
Mas
su trémula luz interior
atraviesa
las negras honduras
alumbrando
las simas oscuras
que
relucen en blanco esplendor.
Tiembla
la piel al mostrar
la
esencia más pura
que
se revela al hablar
sin
máscara alguna.
Y
al mirar sin velo, me sobrecoge
la
inmensidad de la belleza
que
en cada ser se expresa
y
solo en el otro se reconoce.
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