Hoy mi alma al todo despierta,
entra
por su puerta abierta
un
destello, como si el mundo
condensase
en un segundo
los
instantes acumulados
del
futuro y el pasado.
Como
si el sol se desvanece
y
mi piel desaparece,
como
si todo el mundo fuese
cuerpo
que me pertenece.
La
inmensidad en sí me mece
y
en mi adentro ella crece.
Frente
a mí, tú mi hermano
hoy
me espejas, duplicado,
y
al mirarte, en la alegría
que
desprende mi corazón
veo
el eco de otras vidas
resonar
en mi interior.
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