La noches se avecina, ahora comienza mi guardia.
No terminará hasta el día de mi muerte.
No tomaré esposa, no poseeré tierras, no engendraré hijos.
No llevaré corona, no alcanzaré la gloria,
viviré y moriré en mi puesto.
Soy la espada en la oscuridad,
el vigilante del Muro.
Soy el fuego que arde contra el frío,
la luz que trae el amanecer,
el cuerno que despierta a los durmientes,
el escudo que defiende a los reinos de los hombres.
Entrego mi honor y mi vida a la Guardia de la Noche,
durante esta noche y todas las que estén por venir.
("Canción de hielo y fuego" de George R. R. Martin)