Veo cien mundos
en un instante,
cien mundos nuevos,
cien mundos de antes.
Mundos que esperan
que nazca vida
y otros cien mundos
agonizantes.
Mundos de mentes
que nunca han soñado,
mundos de niños
que nunca han llorado,
mundos de ojos secos
y corazones mojados.
En mundos muy ricos
grandes carencias.
Mundos de sangre
y de violencia,
donde los juegos
son juegos de guerra
y donde nuestra alma
mojada nos pesa.
Mundos de locura,
mundos de pasión,
mundos que no tienen
una explicación.
Mundos virtuales,
mundos imposibles,
mundos irreales,
mundos intangibles.
Mundos de manos
y pies atados,
mundos de esclavos.
Mundos de gritos
que son acallados.
Mundos…
de ojos cerrados.
Regalo mundos,
pues tengo cientos
y yo con uno
vivo contento.
Quiero un mundo de artistas,
de juegos, y de risas,
de amigos que se quieren
se conocen y comprenden,
un mundo de estrellas
y de cosas bellas
que no se venden,
donde pueda cantar,
donde pueda crear.
Un mundo pequeño,
un mundo de sueños,
un mundo de ensueño.
Para Teo
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