Realmente humano

Por el bosque camina una joven ardilla,
corre en la hierba, salta en las ramas,
ante cada seta se maravilla,
admirando este mundo que ama.
Desde lo alto, silenciosa,
la lechuza observa atentamente
y ve a la hormiga laboriosa
en su crear permanente.
 
Entre las hojas brilla el sol
y en cada rayo, estoy yo:
Soy la ardilla que salta
y la seta en el suelo,
soy arroyo que canta,
soy ave en su vuelo.
 
Llevo el mundo en mi interior
y solo yo puedo
hacerlo aún mejor,
pues está en mi mano
conocer su verdad y actuar con bondad,
ser realmente humano
y vivir siempre en auténtica libertad.

                                                        Para Jasmina

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