Claras
titilan las frías estrellas,
cubren
el cielo de luces tan bellas
que
apenas puedo alejarme de ellas.
Mas,
sigue la tierra su rumbo,
se
rompe el silencio nocturno
y
ante el ruido diurno, me turbo,
deseando
volver allí.
Me
vuelvo hacia dentro y descubro
la
paz que habita en mí.
Hallo
en mí mismo la fuente
que
me otorga la fuerza
para
ser diferente
y
con sus aguas construyo
un
puente.
Silencio.
Detente.
Respira.
Sé fuerte.
Ahora
puedo abrir la puerta
que
me une a la gente.
Para Benedek
El puente
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