Gota a gota va cayendo
el cielo en mi regazo,
el cielo en mi regazo,
de
blanca calma cubriendo
el
aire con su abrazo.
Yo
lo espero, aquí abajo,
en
silencio y atento,
pues
no quiero su trabajo
romper
con mi movimiento.
Sobre
mis hombros se posa
el
agua de mil mares,
capa
densa y preciosa
que
a todos hace iguales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario