Buscando
certezas
nos vamos
cegando,
nuestros miedos
enterrando,
escondemos la
cabeza,
las verdades
ocultando
y pronto la
tierra empieza
a crecer bajo
mis pies,
a ser un firme
soporte
tan claro en su
sencillez,
sin que importe
negar aquello
que ves.
Poco a poco nos
tragamos
las verdades
inventadas,
y no existe nada
que no
conozcamos,
la tierra está
dominada,
los hombres
somos sus amos,
y tan seguros
estamos
de esta
brillante verdad,
que con el
tiempo olvidamos
que nunca fue
realidad.
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