No sabré cómo te
mueves,
cómo late el
corazón,
si me quedo en
las paredes,
si no llego al
interior.
Sin más dilación
en tu ser me
mojo
y al cerrar los
ojos
escucho tus
formas
y en mi alma
tornas
unidad el dos.
Ciego a la
materia,
me sumerjo en
ella
llegando a la
esencia
que jamás me dio
tu viva
presencia
a mi alrededor.
Pues en este
mundo
la sutil verdad
se revela más,
y más profundo,
cuanto más me
hundo
en la oscuridad.
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