Masas que se mueven sin pensar
sin saber a dónde van,
rebaños de sumisos corderos
camino directo al matadero.
Agachando la cabeza
ante un poder superior
adquirimos la certeza
de ser parte del montón.
Gracias. ¡Qué liberación!
Cómo es capáz esa negra oveja
de desafiar la autoridad.
No esperará llegar a vieja
viviendo y pensando en soledad.
Que locura. ¡Qué temeridad!
A saber dónde le llevará
su propia iniciativa.
Dejémosla, que ya está perdida,
sigamos juntas a nuestro guía.
¿Qué hay mejor en esta vida?
¿Libertad? ¿Autonomía?
¡Buah! ¡Menuda tontería!
No hay comentarios:
Publicar un comentario