Urbe brillante

Urbe vacía de voces sin nombre,
gentes que gritan sin saber por qué
y no son ellos, su voz sólo es
la que escapa y entre calles se esconde.

Tus blancas avenidas de hormigón
ciegan mis ojos con su luz robada
que entre espejos y cristales resbala
eclipsando en su arrogancia al propio sol.

Tus pulidas paredes verticales
no dan cobijo a esos locos peregrinos,
sabios de un mundo ya desaparecido,
que aprenden en el viento cien verdades:
viajeros nómadas sin un destino
que no necesitan de las ciudades.

No hay comentarios:

Publicar un comentario