Viene y va,
huye y vuelve,
no sé cuándo se irá,
no sé cuando volverá.
Silencioso se escapa
siseando entre las sábanas
sueños de humo, imposibles
que se antojan a mi mente
nítidos, consistentes.
Sale de mí,
me siento morir
vacía
quieta
en silencio
dormida.
Vuelve en un instante
cuando menos lo espero,
me daña, me golpea,
me hace sufrir,
me hace llorar,
despierta mis sentidos
hasta ahora dormidos.
Y esta carcasa muerta,
autómata de mente alerta
e imaginación podrida,
vuelve a rezumar vida.
Y vuelvo a ser yo
quien habita este cuerpo,
quien piensa en azul
y siente en rojo,
quien descubre un mundo
en cada mirada
y entiende una vida
en una palabra.
Vuelvo a ser yo.
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