Dando forma

Andando despacio,
que nada empuja,
volando bien bajo,
mi paso dibuja
la senda que he sido
y me conforma.
Es surco el camino
que no retorna.

Andando despacio,
creando norma,
tomando el espacio,
voy dando forma.

Tras el velo volitivo

Impulso volitivo
que empuja sin motivo
aquello cuanto miro.

Rodar que no descansa,
mi mente inquieta amansa
y todo tiempo alcanza.

Del fin hasta el principio
llenando los resquicios
en ímprobo ejercicio.

Hoy entro en tu cascada
portando un candil,
tu esencia iluminada,
porque hoy estoy aquí.



Sociedad libre

Fue primero el individuo
desplegando su interior,
ser que vino desde antiguo
aprendiendo a ser mejor.

Él dirige su actuar
según mejor le parece,
desarrolla su moral
que solo a él pertenece.

Y es en esta libertad,
por el bien mayor guiada,
que surge la sociedad
en amor bien conformada.


Cardando, cardando

Cardando, cardando,
que el frío aprieta,
despacio calmando
mi mente inquieta.

Sin pausa esponjando
este alma espesa,
la vamos hilando
y se despeja.




Reflotando la alegría

Paso a paso voy bregando
por los cauces de la vida,
paso a paso rastrillando
lo concreto en cada día.
Aceptando los quehaceres
que componen mi rutina,
reconozco los deberes
que hasta hoy dormían.
Paso a paso navegando,
reflotando la alegría,
en lo inerte voy entrando
y en mi acto cobra vida.


Nacimiento interno

Sopla el viento entre mis venas
despertando una canción
que sin darme cuenta apenas
dormitaba en mi interior.
Con arrojo subo a escena
y allí crezco,
                        llego al sol,
abarcando con mi gesto
el mundo en mi corazón.

Esta sed de libertad,
que mi alma alada inflama,
me impulsa para avanzar
creando un mejor mañana.
Pues es tal profundidad
la que en mis honduras mana,
que no puedo ya olvidar
que he nacido siendo humana.





Luz dorada

Luz dorada que acaricia
los contornos de las hojas,
que se cuela entre las flores
volviéndolas si cabe,
más hermosas.
Luz que sabe
besar con tiento las rosas,
caldeando el alma
de todas las cosas.
Luz dorada que calma,
luz velada y primorosa,
que lentamente se apaga
y ya tan solo
las copas rozas.




De Otones vienen los vientos

Praderas amarillas
que bañan con denuedo
del tiempo las orillas
en tierras de mi abuelo.

Bajo el sol iluminadas,
blancas nubes van pasando,
de camino hacia la nada,
lentamente, navegando.

En esta tierra parda
de Otones vienen los vientos,
y ya la lluvia amaina,
que todo tiene un momento.

Mas, paciente, yo espero,
divisando en lontananza
el avance del trueno,
cirro que aún no me alcanza.

Ya se acerca la tormenta
a estos campos de secano,
sin apenas darnos cuenta,
ha acabado el verano.




Brilla

Te deseo una vida larga
impregnada de mil canciones,
que tu llama con fuerza arda,
que alcances aquello
que te propones.
Que sea tu vida
como un destello
que el mundo ilumina
y hace más bello,
que siempre persigas
todos tus sueños,
que nadie te diga
que eres pequeño.
Porque llevas dentro en tu alma
esa fuerza imparable y calma,
la que inspira todos mis versos
y es capaz
de transformar el universo.




Infantil alegría del verano

Juegan las niñas, al viento sus faldas,
muestran sin pudor sus blancas enaguas,
hoy disfrutan de la tarde sin prisa,
entre los arcos, resuenan sus risas.

Despiertan las campanas con su canto
a cientos de grajos que alzan el vuelo
y vemos aquí abajo, desde el suelo,
corrientes invisibles en lo alto.

Bandadas que aletean en la brisa
sorteando arbotantes y cornisas,
infantil alegría del verano,
planeando a ras del empedrado.