Raudos remolinos
remueven mi
adentro,
trenzando mis
hilos,
corren a tu
encuentro.
Bajo las arcadas
de enormes
torreones
restallan
carcajadas
abriendo
emociones.
Mis piernas
revoltosas
no atienden a
razones,
brincan entre
rosas
regando
corazones.