Canto naranja

Empuja el aire,
quiere salir,
empuja a nadie,
me empuja a mi.

En mis pulmones
sordas se agolpan
las emociones,
en dos me cortan,
y yo las plasmo
sobre el papel,
en él me abro,
me vierto en él.

Porque lo escrito
abre una zanja,
es como un grito
alto y naranja,
donde libero
cualquier tensión
y ahora ya veo
mi corazón.


Libros en el metro

Hay gente que en metro levanta la nariz y se asoma disimulando al borde del libro que lee el vecino.

Allí olisquean abismos insondables, esperando en dos frases descifrar en qué mundo se encuentra sumergido el ensimismado dueño del libro.

En ocasiones, descubren una frase que les suena, un personaje a quien en su día acompañaron en sus andanzas... con suerte incluso un pasaje que les conmovió. Y entonces, sonríen, y mirando al lector piensan: "Sé lo que estás viviendo, yo también estuve ahí." Y siguen su vida un poquito más felices.


Te vas quedando dormido

Te vas quedando dormido,
tu cuerpo se relaja
y murmuras en voz baja
palabras sin sentido.
 
Aprietas tu mano
estrechando mis dedos,
tus ojos cerrados,
tu cara de bueno.
 
Tus sueños más locos
alzaron el vuelo
y vas poco a poco
soltando el deseo.
 
Que ya nada importa,
que ya nada existe,
cruzaste la puerta,
Morfeo te viste.
 
Llevas la piel de una Quimera
y nace dentro de ti
algo que aquí afuera
te hace sonreír.
 
Sigue dormido,
déjate llevar,
que cuanto hayas vivido
olvidarás al despertar.


Tiempo y eternidad

El tiempo es un río que fluye. La eternidad es la mar, a ella fluyen todos los ríos, la alimentan, la hacen crecer, pero ella permanece.

Virus

Un virus informático infectó mi creatividad y me tiene en cama hasta mañana.

Otro paso

Desde que tengo uso de razón he intentado ir mejorando y evolucionando como persona. Hasta ahora eso siempre había supuesto conocerme, ser más consciente de mis pensamientos, deseos y sentimientos, y aprender a controlarlos, a sujetarlos y dirigirlos hacia donde mi mente racional considerase más oportuno.
 Tras años de práctica creo que eso se me da bastante bien hoy en día. Podría haber seguido siempre en ello, quedándome en ese primer paso, pero tú me has enseñado el siguiente paso, me has enseñado que debo dejar de controlar, atar y dirigir, y aprender en cambio a integrar mis pensamientos, a soltar mis deseos, a aceptar mis sentimientos, y avanzar así siendo una persona completa.

Y ahora… tengo ganas de seguir caminando.


Dispersando el silencio

La música sopla irradiando luz, avanza dispersando el silencio, confinándolo en los rincones oscuros hasta llenar de vida cada esquina.

Buscame en sol y sombra

Búscame donde haya luz,
donde el corazón se ensancha
y nada mancha
el aire cristalino
que sonriendo respiro.
 
Búscame en la oscuridad,
donde se pueda pensar
y nada rompa el silencio,
la quietud, la grandeza,
la salvaje naturaleza.
 
Búscame en la frontera
de la noche y el día,
búscame donde suena
la eterna melodía,
búscame donde pueda
mejorar cada día.


La brisa hace cosquillas

La brisa hace cosquillas al soplar baja entre la fresca hierba, y su ondular es la verde risa que brota de lo profundo de la tierra.

Cuenco vacío

Nuestro objetivo en la vida, más allá de los pequeños objetivos que podamos marcarnos individualmente, debe ser vivir plenamente. Para lograr esto, antes que nada, tenemos que ser capaces de escucharnos a nosotros mismos, de saber lo que queremos, lo que sentimos, lo que somos.

Una vez hecho esto, debemos vaciarnos de nosotros mismos, librarnos de deseos, apegos e ideas preconcebidas. Solo cuando seamos capaces de soltar todo lo que tenemos, incluidas nuestras expectativas, y esperanzas, cuando miremos el mundo de nuevas, sin dar nada por sentado, cuando seamos como un cuenco vacío porque hemos sido capaces de conocer y observar cada resquicio del cuenco y vaciarlo por completo. Solo entonces podremos empezar a dejar que ese cuenco se llene, podremos aceptar la vida tal como vaya viniendo, disfrutar cada momento por lo que es y permitir que nuestras vivencias nos vayan enseñando y haciéndonos mejores. Solo entonces estaremos viviendo plenamente nuestras vidas.