Cuando intentas sonreír y tus labios no aciertan.
Cuando sientes escocer en tus ojos las lágrimas que acechan,
y te cuesta un mundo no dejarlas escapar.
Cuando la voz te tiembla y no puedes ni hablar.
Cuando el mundo te parece estrecho.
Cuando sientes una insoportable presión en el pecho
y no sabes si es que de tantas cosas que guardas dentro
tu alma va a estallar…
o si por el contrario es el vacío que sientes
el que te impide respirar.
Cuando te auto convences y te mientes
para poder caminar.
Cuando te da miedo asomarte al abismo de tus pensamientos
porque sabes de antemano lo que vas a hallar.
Cuando crece en tu interior un alarido
imposible de acallar.
Cuando estas herido
y lo intentas ocultar.
Cuando sientes detenerse el corazón
y lo encierras bajo un caparazón
para que nadie lo pueda tocar.
Cuando tus lágrimas hayan secado el mar.
Cuando hayas perdido por completo la razón,
entonces sabrás qué es el dolor.