El soñador

Sueña quien no tiene sueño
sueña quien quiere soñar,
sueña quien vive los vientos,
sueña con ojos abiertos
aquél que ve algo más.

Hastiado de tanta rutina
hastiado de vidas sin vida,
de ojos que no saben ver,
y de miradas dormidas
abre los ojos y sueña,
abre su mente y mira
el que no teme morir,
aquel que aprecia su vida.
Y así se alza,
Dios entre mortales,
sin temor,
dando un sentido a su tiempo
aquel que sabe
beber los mares en un tazón
y oler la amistad
en el viento.

Me elevas

Soy un globo pequeño,
                 perdido,
que me hincho, me mudo,
                 revivo,
con cada palabra,
                 susurro,
que soplas a mi oído.

Porque es tu aliento amor
el que me eleva,
el que me da la voz,
el que me lleva
más allá del mundo,
... hasta las estrellas.

Por qué tiemblo

Por qué tiemblo
como un joven árbol
azotado por el viento.
Por qué siento
que menguan mis fuerzas
por momentos.
Por qué mi mente
no se cree los cuentos
que invento.
Por qué me miento.
No prueban mis ojos
la sal por vez primera,
por qué entonces,
esta sensación nueva.
Por qué los recuerdos
no se borran.

No quiero que se borren.
Por qué.

Por qué soplan mil vientos
dentro de mi cabeza.
Por qué las estrellas se esconden.
¿Será por no ver mi tristeza?

Por qué seguir

Por qué seguir viviendo estrellas,
alimentándose de ellas,
por qué seguir llorando ideas,
por qué seguir luchando
contra las mareas.

Por qué seguir bebiendo versos,
                      recorriendo calles
respirando besos
                      y besando aire.

Por qué seguir buscando mundos,
                            plantando rosas,
leyendo miradas
                y escribiendo mariposas.

Por qué seguir
           viva entre la nada,
por qué seguir
          enamorada.

Vacio

Me han robado lo que nunca fue mío,
se han llevado mi aire, mi mar,
en mi interior solo queda vacío
y en mis sueños ya no puedo volar.

Me asomo a mi corazón
y es como ver el fin del mundo,
cien mil hojas en blanco
entre las que me hundo.

Una espesa nada
invade mi ser,
inunda mi alma,
me va a hacer caer,
estoy mareada
y no logro
                   parar
y no puedo
                   amar
pues todo cuanto quiero
                   se va.
Y yo me muero,
me ahogo
en mi propio mar.

Tan solo quiero besar
a aquel que me enseñó a volar
y navegar juntos
por toda la eternidad.
Pero vacía;
y sin alas;
me despeño.
Sin mis plumas
caigo sin remedio.
Y esta vez
mi pesadilla
no es un sueño.
Se abren mil heridas
por las que brotan
mis sueños, mis miedos,
                             mi vida,
en forma de gotas
de blando cristal
hasta dejarme vacía,
hasta escurrir por los ojos
todo el agua que tragué de tu mar.

No tengo miedo

Que venga un huracán
y arrase mi ciudad,
que se hunda el suelo
bajo mis pies.
Que me azoten y torturen,
que me cuelguen del revés,
que lama mi cuerpo el fuego
y se abran mis heridas,
que todo lo queme el sol,
plagas y hambre asolen el mundo entero.
Que alguien me arranque el corazón.
Que me quiten la vida.
No tengo miedo.
Pues perder tu alegría
es lo único que temo.

Suerte

Sé que nunca permaneces
en un mismo lugar,
sé que eliges tu destino
al azar
eres un soplo
que va y viene
y nunca
se detiene,
mas con todo el alma
te pido:
detén tu raudo
peregrinar,
pliega tus alas
de ardiente metal
y pósate en este,
mi amigo
para que hoy nada
le salga mal.

Sobre verde

Hoy he vuelto a una tierra
que me vio llorar.
Hoy he vuelto a soñar.

El mismo sol que un día
vi nacer
baña hoy mi piel
igual que lo hizo ayer.
Pero hoy no hay nadie
que comparta mi paseo.
No hay risas ni llanto,
no hay amos ni perros,
no hay juegos ni cantos.
No hay gente, solo sueños.

Tumbada en una tierra
hoy sin hoyos,
espero a que vuelvan
los recuerdos
deseando tan solo
que dejen de serlo.

Conociendo a quien no se conoce

Me sumerjo a fondo
en corazones ajenos
buscando en ellos
resquicios de mí.
Se abren ante mis ojos,
como libros,
espíritus dormidos,
doloridos,
repletos de frases
que ya he leído
y que ahora adquieren
mil nuevos sentidos.

Conozco cada ser y sus por qué,
comprendo cada gesto y mirada,
porque ahora ya
son parte de mi ser,
porque ahora ya
son uno con mi alma.

Y me temen si les digo
              lo que sienten,
y se asustan si les muestro
                        su verdad,
y se ríen si les hablo
                  de soñar
pero son sus propios sueños,
y me dicen que les miento
y se alejan sonriendo
y yo me pregunto:

Por qué es tan difícil
sentir como siento,
por qué es imposible
mostrar a alguien
su propio adentro.
Por qué es tan extraño
saber a qué huele el aire
y a qué sabe la nada,
sentir el rugir del viento
                 en el corazón
y entre las manos el calor
                de una mirada.
        Por qué no oyen
        vibrar los sueños
        en sus entrañas.
Por qué el mundo no se conoce.
Cómo mostrar quién eres
a quien no sabe quién es él.

Si hoy las gentes,
en sus mundos de cristal,
viven sin soñar...
cómo hablarles de ideales
si no conocen su propia realidad.

Pequeña alondra

Oye pequeña alondra
que con el sol despiertas,
no busques compañera
en aves nacidas tuertas.

Pues su medio sentido
les impide ver tu alma
y nunca serán
dignas de tus lágrimas.

Oye pequeño amigo
que vuelas de mañana,
no busques cobijo
en un rayo de plata.

Pues si bien, por la noche
su belleza te mece,
te abandona en el bosque
tan pronto amanece.