En ti se cruzan
los caminos,
en ti se forjan
versos vivos,
en ti los vientos
se han unido,
se elevan y mezclan,
se entretejen, En ti,
se ordena el kaos artista,
y florece en ti.
en explosión de color
incluso la nada.
Porque el secreto del universo
se halla oculto en tu mirada,
porque tú llenas
de arte el vacío,
porque en ti el mundo
cobra sentido.
Y yo en oscuro
Alzan el vuelo
cientos de aves
a una,
sin un sendero
rasgando mares
de espuma.
Y yo en el centro,
Y yo en el centro,
en oscuro,
me mareo.
Giro,
doy vueltas sin sentido.
Giro,
entre vientos helados
que arañan mis brazos,
que arrancan mi piel
a pedazos.
Lenguas de hielo
distantes, heladas,
besan mis manos,
mi pecho,
mi cuello,
mi cara,
muerden mi ser
a dentelladas.
Lenguas de hielo
punzantes, agudas,
como columnas de un cielo
que se derrumba.
Vigas de sed
que, incapaces de aguantar un techo,
soportan el peso
de un alma de niña
en un cuerpo de mujer
dolorido,
fustigado,
agotado,
sangriento,
abierto,
casi muerto,
en el que las caricias ausentes
dejan surcos carmesí.
Y yo en oscuro
me alzo desnuda
en mitad de la nada
a la que he sido arrojada.
Desde el centro
del huracán
avanzo en contra
del mismo viento
que un día me enseñó a volar
y hoy me vuelve la espalda,
convertido en vendaval,
me roba las alas,
me quita la vida.
Mil partículas de arena
me lamen la piel
abriendo mis heridas,
cerrándome la huida.
Y llega al fin
la ansiada calma,
pero no puedo dormir.
Y yo, a solas,
calmo mi alma
porque se que nadie
lo hará por mí.
Y yo en oscuro
me desplomo,
me desmayo,
y en mi interior
sigo girando,
sigo muriendo,
sigo en oscuro,
en blanco y negro.
Porque veinte huracanes
son muchos
para un solo cerebro
y pocos
para un corazón herido.
cientos de aves
a una,
sin un sendero
rasgando mares
de espuma.
Y yo en el centro,
demente...
entre plumas:
negros puñales
que el viento arroja
contra mi cuerpo carente
de protección alguna.
Miles de voces
lloran y gritan
en mi interior.
Veinte huracanes
soplan mi sien
sin dirección.
Y yo en el centro,
en oscuro,
me mareo.
Giro,
doy vueltas sin sentido.
Giro,
entre vientos helados
que arañan mis brazos,
que arrancan mi piel
a pedazos.
Lenguas de hielo
distantes, heladas,
besan mis manos,
mi pecho,
mi cuello,
mi cara,
muerden mi ser
a dentelladas.
Lenguas de hielo
punzantes, agudas,
como columnas de un cielo
que se derrumba.
Vigas de sed
que, incapaces de aguantar un techo,
soportan el peso
de un alma de niña
en un cuerpo de mujer
dolorido,
fustigado,
agotado,
sangriento,
abierto,
casi muerto,
en el que las caricias ausentes
dejan surcos carmesí.
Y yo en oscuro
me alzo desnuda
en mitad de la nada
a la que he sido arrojada.
Desde el centro
del huracán
avanzo en contra
del mismo viento
que un día me enseñó a volar
y hoy me vuelve la espalda,
convertido en vendaval,
me roba las alas,
me quita la vida.
Mil partículas de arena
me lamen la piel
abriendo mis heridas,
cerrándome la huida.
Y llega al fin
la ansiada calma,
pero no puedo dormir.
Y yo, a solas,
calmo mi alma
porque se que nadie
lo hará por mí.
Y yo en oscuro
me desplomo,
me desmayo,
y en mi interior
sigo girando,
sigo muriendo,
sigo en oscuro,
en blanco y negro.
Porque veinte huracanes
son muchos
para un solo cerebro
y pocos
para un corazón herido.
Y amaneció
Es de noche, primavera,
entre amigos ya dormidos
se nos fue el anochecer
y ahora solos, bajo el cielo,
tu voz acaricia mi oído...
tantas veces escuché
de tus labios la canción
que ahora gira entre los dos...
pero esta noche mi mente
no entiende más melodía
que la que vibra en tu interior.
Para nosotros el tiempo
se ha detenido
no sé cuándo se paró
ni cuándo empezó a contar,
pero Venus nos halló
calentándonos las manos,
ahuyentando el frío.
Y amaneció.
Ya han despertado las aves,
se confunde tu silbar
con su silbar.
Se eleva ya la gran ciudad
teñida de un rojo fugaz
y nuestras mentes que volaban
entre estrellas y canciones
deben volver,
dejar de soñar
y descansar.
La realidad
nos rodea
pero aún
no la vemos.
Ya es de día,
dulces sueños,
esta noche
nos veremos.
entre amigos ya dormidos
se nos fue el anochecer
y ahora solos, bajo el cielo,
tu voz acaricia mi oído...
tantas veces escuché
de tus labios la canción
que ahora gira entre los dos...
pero esta noche mi mente
no entiende más melodía
que la que vibra en tu interior.
Para nosotros el tiempo
se ha detenido
no sé cuándo se paró
ni cuándo empezó a contar,
pero Venus nos halló
calentándonos las manos,
ahuyentando el frío.
Y amaneció.
Ya han despertado las aves,
se confunde tu silbar
con su silbar.
Se eleva ya la gran ciudad
teñida de un rojo fugaz
y nuestras mentes que volaban
entre estrellas y canciones
deben volver,
dejar de soñar
y descansar.
La realidad
nos rodea
pero aún
no la vemos.
Ya es de día,
dulces sueños,
esta noche
nos veremos.
Estrella
Estrella
que guías mis pasos,
estrella
que intentas nacer,
tú que habitas mis sueños,
tú que reflejas mi ser.
Tal vez tú entiendas
lo que es arder.
Tal vez tú entiendas
que soy de humo
y sólo vivo
cuando me consumo.
que guías mis pasos,
estrella
que intentas nacer,
tú que habitas mis sueños,
tú que reflejas mi ser.
Tal vez tú entiendas
lo que es arder.
Tal vez tú entiendas
que soy de humo
y sólo vivo
cuando me consumo.
Solo un...
Solo un semidiós
puede conocer,
sin ser yo,
los secretos,
los recodos,
de mi interior.
Mas solo un humano es capaz
de enseñarme a volar
con las alas
del corazón.
Y solo un poeta
comprenderá
mi alma y mis versos,
mi ser.
puede conocer,
sin ser yo,
los secretos,
los recodos,
de mi interior.
Mas solo un humano es capaz
de enseñarme a volar
con las alas
del corazón.
Y solo un poeta
comprenderá
mi alma y mis versos,
mi ser.
Sobre letras
Escribo sobre letras
que ya han sido escritas
soñando sobre las cabezas
de quienes las escribieron,
de quienes, como yo,
pusieron
su entusiasmo e ingenio,
su alegría,
su tiempo de sueños,
sus noches,
sus días,
imaginando un universo
paralelo,
creando mentiras
que dan realidad
a nuestra vida.
Mentiras con nombre
en las que me sumerjo
hasta sentirme.
Mentiras puente
entre un mundo de números
y uno de gente.
Mentiras que serán verdad
por un par de noches
y luego se irán
se esfumarán
y nadie se acuerda,
nadie las conoce.
que ya han sido escritas
soñando sobre las cabezas
de quienes las escribieron,
de quienes, como yo,
pusieron
su entusiasmo e ingenio,
su alegría,
su tiempo de sueños,
sus noches,
sus días,
imaginando un universo
paralelo,
creando mentiras
que dan realidad
a nuestra vida.
Mentiras con nombre
en las que me sumerjo
hasta sentirme.
Mentiras puente
entre un mundo de números
y uno de gente.
Mentiras que serán verdad
por un par de noches
y luego se irán
se esfumarán
y nadie se acuerda,
nadie las conoce.
¿Cómo será?
Cómo será tener la mente apagada
cómo será no pensar en nada,
cómo será no sentir esa fuerza
que mueve montes y mareas
empujándote hacia fuera,
obligándote a crear
para aliviar
la presión
interior.
Cómo será no oír tu voz
en cada piedra,
en cada nube,
en cada huella,
gritándote que lo dejes todo
y sigas tu estrella.
¿Cómo será conocer las respuestas
a mis preguntas?
cómo será no pensar en nada,
cómo será no sentir esa fuerza
que mueve montes y mareas
empujándote hacia fuera,
obligándote a crear
para aliviar
la presión
interior.
Cómo será no oír tu voz
en cada piedra,
en cada nube,
en cada huella,
gritándote que lo dejes todo
y sigas tu estrella.
¿Cómo será conocer las respuestas
a mis preguntas?
Sueño
Sueño.
Bajo un universo nublado que no permite que la luz de las estrellas acaricie mi rostro.
Sueño
Entre ataques repentinos de un Eolo casi dormido que lucha contra su sueño y contra los míos.
Sueño.
Sobre cuerpos que nunca paran y mentes embriagadas que ríen alienadas creyendo ser felices.
Sueño.
Solo eso.
Bajo un universo nublado que no permite que la luz de las estrellas acaricie mi rostro.
Sueño
Entre ataques repentinos de un Eolo casi dormido que lucha contra su sueño y contra los míos.
Sueño.
Sobre cuerpos que nunca paran y mentes embriagadas que ríen alienadas creyendo ser felices.
Sueño.
Solo eso.
Plumas
Yo necesito
plumas ligeras
para volar
rompiendo barreras.
Vivo en el mundo
en dos dividida,
y solo soy uno
al escribir poesía.
Yo necesito plumas ligeras
que corran sobre el papel
como libres gacelas,
plumas de tinta
llenas de voces
que escriban mi alma
en versos veloces
mudando inmortales
instantes que nadie conoce.
Yo necesito plumas ligeras
como agujas de costurera,
que cosan los pedazos
de mi alma agrietada,
porque sin ellas me rompo,
porque sin plumas yo
no soy nada.
plumas ligeras
para volar
rompiendo barreras.
Vivo en el mundo
en dos dividida,
y solo soy uno
al escribir poesía.
Yo necesito plumas ligeras
que corran sobre el papel
como libres gacelas,
plumas de tinta
llenas de voces
que escriban mi alma
en versos veloces
mudando inmortales
instantes que nadie conoce.
Yo necesito plumas ligeras
como agujas de costurera,
que cosan los pedazos
de mi alma agrietada,
porque sin ellas me rompo,
porque sin plumas yo
no soy nada.
Dónde
Dónde hallar un alma
que escuche mi débil murmullo,
dónde aquel que sepa
hablar el lenguaje del mundo.
Dónde está quien tanto busco,
aquel que a mi “yo” más profundo
se asemeja,
que siente
como yo,
vibrar el alma
de la gente en su interior.
Que desata
su locura
dejándola volar
entre flores
de otra realidad
y la controla,
la sujeta,
si sola se desvía
trasladándola al papel,
haciéndola poesía.
Dónde aquel que sienta,
dónde aquel que entienda
que sin literatura
sería dos, no una,
pues mi alma se dividiría
en pedazos sin sentido
y yo,
ya no viviría.
que escuche mi débil murmullo,
dónde aquel que sepa
hablar el lenguaje del mundo.
Dónde está quien tanto busco,
aquel que a mi “yo” más profundo
se asemeja,
que siente
como yo,
vibrar el alma
de la gente en su interior.
Que desata
su locura
dejándola volar
entre flores
de otra realidad
y la controla,
la sujeta,
si sola se desvía
trasladándola al papel,
haciéndola poesía.
Dónde aquel que sienta,
dónde aquel que entienda
que sin literatura
sería dos, no una,
pues mi alma se dividiría
en pedazos sin sentido
y yo,
ya no viviría.
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