Fuerte
pisando,
las
olas parando,
cruzo
los mares
y
mil robledales,
sigo
buscando
por
nuevos lugares
mi
hogar, recordando
las
viejas señales
que
un día mostraron
cuál
era el camino
y
hoy duermen a un lado
bañadas
de olvido.
Podré
cruzar mil puertas,
podré
a mi origen volver,
mas
solo hallaré respuestas
cuando
aprenda a ver
que
el futuro ya es mío,
jamás
lo puedo perder,
tan
solo espera dormido
a
que yo lo quiera recorrer.
Para Valentina
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