Fuente de alegría

Clara como el día
luce mi alegría,
inunda mi pecho
y se expande hasta el techo.
En ella inmerso
grito a quien oírme pueda
que hoy el universo
hará lo que yo quiera.
 
Sabiéndome dueño del mundo,
vuelvo a mí,
y miro en lo más profundo.
 
Porque sé que puedo curar
cualquier herida,
y yo quiero cuidar
de mis amigos cada día
para así, en mi entorno crear
una fuente de vida
que extienda a todo el lugar
mi clara y dulce alegría. 

                                            Para Gari Y.



Creando amor y belleza

Buscando las notas exactas,
escucho mi alma que canta,
que vibra al contacto del suelo,
soñando que alzo el vuelo,
que soy, como el aire ligera
y nada a tocarme llega.

Mas siento mi ser verdadero
atado al mundo que veo,
en él andaré con firmeza
dejando huella a mi paso,
creando amor y belleza
que brotan de mi regazo.

                                    Para Lena




Yo soy

Yo soy el que anima
la carne dormida
que ciega camina.
Yo soy el que elige,
el que la dirige,
soy el que imagina.

Yo soy el que empuja
buscando crecer,
soy el que dibuja
cada amanecer
un nuevo camino
para recorrer.
Yo soy el que vive,
soy el que pregunta,
soy el que decide
no rendirse nunca.
Yo soy el que junta
todos mis pedazos
y establece lazos
en fuertes abrazos.
Yo soy el que es,
yo y tú a la vez.

Yo soy el que he sido,
soy el que seré,
todo lo vivido
y lo que negué.
Soy el que está vivo,
soy quien quiero ser.

                            Para Gari J.





El faro del fin del mundo

Conozco las tierras lejanas
de oro y peligros plagadas,
yo conozco sus suaves contornos
y sus crestas afiladas.

No temo avanzar por sus selvas,
no temo mojarme en sus playas,
pues sé que puedo vencer cuanto venga,
pues sé que puedo domar lo que haya.
 
Cruzaré desiertos y mares
conociendo a fondo sus males
y podré así dar la mano
a quien venga conmigo,
podré al fin ser un faro
que alumbre el camino.

                             
                       Para Unax




En la negrura; canto

En la sombra que aparece
cuando nadie me observa
hay mil monstruos que se mecen
esperando a que vuelva.

Ante ellos yo me planto
con mi fuerza inconquistada,
en la negrura; canto,
y cada nota es una espada
que va rompiendo las sombras
tras las que Yo me ocultaba,
permitiendo que emerja
la luz de la que estoy forjada.

              
                                 Para Laia