Porque
el tiempo siempre es prestado
y no admite dilaciones,
porque
cada verso acabado
es un clavo
que
fija y deja anclado,
que
mata las variaciones.
Hoy
escribo entre ríos
que
avanzan en mil direcciones,
hoy
desato los cabos
y miro
donde
me llevan, libres,
mis canciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario