Por
dónde pueden verse
las
horas que se fueron,
por
dónde van dejando
la
vida que un día vieron.
Sin
mar donde esconderse
se
alza mi velero,
sin
rumbo navegando,
soltando
los aperos.
Quién
osa detenerse
al
borde del sendero,
quién
es mientras va olvidando
los
nombres que un día fueron.
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