soy
brillante rocío,
soy
el pulso, el latido,
soy
la fuente que mana.
Vibrando
en cada mirada
hoy
percibo
surgiendo
de la nada
la
fuerza de lo vivo.
Y
tal ímpetu aflora
empujando
hacia afuera,
tal
poder se hace mío,
que
el mundo entero llora,
me
despoja, me desvela,
pues el todo a mí se ha
unido.
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