A
veces la vida pesa
como
una cadena de acero,
te
envuelve una nube espesa
que
no permite alzar el vuelo.
Y
fuerzas cada grieta
en
inútil forcejeo,
porque
esta alma inquieta
no
te admite ser un reo.
A
veces tu ser se queda
entre
la tierra y el cielo
sin
un impulso que puela
liberarle
por entero.
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