Buscando el arte en los rincones
de
las calles empedradas,
cantando
un ritmo sin nociones
de
nada.
Observo
cada miniatura
con
mirada despejada
y
voy sintiendo cómo muda
mi
cara.
Pues
se hace mío el regocijo
de
descubrir la belleza
que
en cada curva y escondrijo
se
expresa.
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