mi alma dormida,
que ya empieza el día.
Despierta y estira,
espabila.
Deshazte del sueño,
que no sea tu dueño.
Respira,
sintiendo la armonía.
Avanza en compañía.
Y mira,
con ojos de alegría
el mundo que camina,
sin asomo de duda,
hacia unas alturas
aún desconocidas.
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