Se olvidan todos los problemas,
vuelvo a ser la niña que era,
cuando siento tus brazos
rodeando mi cadera.
Vamos cosiendo los retazos,
lo que fue y lo que nos espera,
construyendo a nuestra manera
una vida entera.
Si me siento perdido
busco dónde estás,
y encuentro mi camino
en la luz de tu mirar.
No importa país o ciudad,
cuando te quedas dormido
y te escucho respirar...
sé que he llegado a mi hogar.
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