Mis sábanas aún huelen a ti,
a noches sin apenas dormir
aun tengo tus dedos clavados
en la curva de mi costado.
Tus besos tan suaves,
tus largos abrazos,
reconstruyo tu cuerpo
a retazos.
Y esa mirada
profunda, calmada,
que me habla de un mundo
sin decir nada.
Tengo tu imagen grabada
en los huecos de mi mente,
tengo una cosa bien clara:
te quiero, ahora y siempre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario