Tanto tiempo vagó mi cuerpo
dando vueltas sin sentido,
tanto tiempo entre calles
buscando en la noche el olvido.
Tanto tiempo vacío,
tanto tiempo podrido,
que finalmente mi alma,
cansada del mundo,
me dio por perdido.
Y una noche, de bar en bar,
como otra noche cualquiera
algo me hizo cambiar,
dejé de ser lo que era.
Volvieron mis ojos a ver
más alla de la piel
una pasión verdadera,
volvió a latir mi corazón,
volví a soñar, a respirar,
volví a saber lo que es amar.
Y mi alma
que vagaba perdida,
que se ahogaba en mi mar,
volvió a ser la mía,
volvió a recordar,
y unas alas de fuego
la hicieron volar
Una noche cualquiera
volví a despertar.
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