Papel quemado

La vida
es una hoja de papel
que se va consumiendo,
agotando,
quemando,
como las brasas que arden
y forman cenizas,
y no se sabe
cuando terminan las brasas
y cuando empiezan las cenizas,
y nadie sabe dónde empieza uno mismo
y dónde termina el ruido de la multitud.

Pero de repente: ya no hay fuego.
Y no sabes si eras tu el que ardía
o era el resplandor ciego
de una llama lejana
el que calentaba tu corazón,
sólo sabes que el mundo
ha dejado de girar.
Y te vuelves
y preguntas
y no entiendes
y buscas
y no te das cuenta
de que te vas agotando,
de que te estás quemando,
hasta que ya es tarde
y de tu vida
sólo quedan recuerdos,
y de la hoja
tan solo sobran
negras cenizas
que el viento se lleva.
Pero tú no tienes esa suerte
y no vuelas, y te quedas,
y aun no sabes
si tú ardes
o es el recuerdo
de una llama apagada.

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