Sigfrido

Hay un punto en la espalda, por donde atraviesa
el fluir de este alma que a mi través se expresa,
un espacio vacío, donde nada protege,
donde salgo furtivo cuando el sueño me mece,
que es al tiempo tan mío y no me pertenece.
La puerta para llegar a otra dimensión,
piel que no acertó a bañar la sangre del dragón,
por donde puedo mirar y ver mi corazón.

 

Al borde de un alma

Asomándome al borde de un alma
hoy atisbo los mares del ser
que se esconde dejándome ver
tan solo la superficie en calma.

Mas su trémula luz interior
atraviesa las negras honduras
alumbrando las simas oscuras
que relucen en blanco esplendor.

Tiembla la piel al mostrar
la esencia más pura
que se revela al hablar
sin máscara alguna.

Y al mirar sin velo, me sobrecoge
la inmensidad de la belleza
que en cada ser se expresa
y solo en el otro se reconoce.


Integrando el tiempo

Voy integrando en mi vida
el tiempo que vuelve y gira,
voy despejando un espacio
donde poder soñar
despacio.

En lo fugaz del momento
descubro un instante eterno
y en sus recodos me hundo
para poder crear
un mundo.


Mira en ti, mira anrededor

Aprendo a alternar mi estado interior,
aprendo a volar
soltando mi voz,
aprendo a centrar
el todo en mi corazón.

En el percibir pongo mi atención
sintiendo en mí
el mundo exterior,
aprendo a expandir
mi cuerpo a mi alrededor.