Por ti

Estoy dispuesta a recorrer un mundo
tan solo por el placer de mirarte,
estoy dispuesta a derrumbar cien muros
por encontrarte,
estoy dispuesta a silenciar mil bocas
para poder besarte.

Estoy dispuesta a secar un mar
por no volverte a ver llorar
y a perder mi voz
por oír la tuya una vez más.

Estoy dispuesta a vaciar un mar,
a perder mi voz,
a parar los vientos
y apagar el sol.

Lucharé por ti,
por que estés mejor,
te daré mi amor,
mi vida entera,
y sólo por verte reír,
habrá merecido la pena.

Vuela

Entre esos hombros de niño
algo en ti rompe a la vida,
va abriéndose camino
cerrando tras sí la herida.

Un cosquilleo en la espalda
               …
una sensación extraña
               …
sientes que tu alma se eleva
               …
sientes que el mundo te espera.

Cuantas veces soñaste
ser un ave,
cuantas veces juraste
vivir soñando
hasta que el mundo se acabe.

Pues sueña ahora tu vida
y vuela en tu sueño,
que tus alas ya están crecidas
y eres tú, tu único dueño.

Fuerza tu mente más allá
de los límites de esta realidad,
                          pues no existen.
                Sueña
y no olvides jamás
que tú puedes volar.

Sed

Tengo sed de estrellas,
sed de amaneceres,
sed de lunas llenas,
sed de días sin sueño,
noches bajo el cielo.

Tengo sed de viento
calando mi cuerpo,
aire que me empapa,
me rodea,
hasta que me llena,
hasta que chorrea
y por cada poro
escurro silencio
en forma de llanto.
Porque estoy condenado a vivir
bajo este ardiente blanco
que cura mis heridas
quitándome la vida.
Bajo un cielo sin estrellas,
bajo esta luz eterna,
donde la oscuridad
que ciega y muerde
ya no llega,
ya no lucha y se revuelve.
             ¡No!
Yo no quiero cantar
con la voz de los tiempos,
yo no quiero besar,
ni volar tan lento.
No estoy sedienta de un mar,
sino de un ciento.

No te quiero alcanzar.

Tan sólo soñar
en la distancia.
Tan sólo gritar
liberando un huracán
en mi garganta
y escuchar mi propio eco
desgarrando un alma,
                      mi alma,
sin darme tiempo a escapar,
                       sin poder parar,
blandiendo plumas contra el viento
tras el rastro inalcanzable
de un amor sediento.